Mónica Gonzaga y su hijo Adriano Sessa arribaron a la Argentina este lunes por la tarde luego de que el joven fuera expulsado de Uruguay por haber organizado una supuesta fiesta clandestina con más de 500 invitados. La ex vedette acompañó a su hijo en Buquebus pese a que a ella no le revocaron la residencia.
"Aquí se hizo una reunión. Adriano me pidió festejar el cumpleaños de un amigo, con unas 20 personas. Hicieron unas hamburguesas a la parrilla. Vivimos en la playa, nuestro frente es la rambla, la rambla es de Prefectura. En esa convocatoria que se hizo, los chicos hacen flyers. Siempre vienen pocas personas, pero esa noche empezó a caer gente de todas partes por el lado de la playa. No fueron para nada 500 personas. Cuando vi la cantidad de gente que había desde mi ventana, le pedí a los amigos de Adriano que llamaran a la policía urgentemente", había explicado Mónica en diálogo con Intratables.
"Pedí perdón a los uruguayos porque como residente me tengo que hacer cargo de las cosas. Yo tengo que aclarar y demostrar ahora a la Justicia que lo que trascendió no es correcto: no hubo pago de entradas, venta de pack de aguas, venta de alcohol. Acá no había nada de eso", aseguró entonces.
Gonzaga y su hijo estaban en Uruguay desde marzo de 2020, y debido a la pandemia iniciaron los trámites para quedarse en dicho país. Sin embargo, ahora a Adriano le revocaron la residencia temporal -acusado de violar las normas que prohíben las aglomeraciones-, y por eso tuvo que regresar a la Argentina.