Su cabellera enrulada, es sin lugar a dudas, su sello distintivo. Darián “Rulo” Schijman (38) salto a la popularidad como notero de CQC y supo construir una sólida carrera en los medios. Su tupida cabellera ayudó a que lo identificaran más fácilmente y hace mucho tiempo que nadie lo llama por su nombre: para todos es Rulo. Lo curioso es que el también conductor de Plan TV recién descubrió que tenía esa melena a los 23 años y en una charla íntima con Pronto para la edición digital del mes de abril, Schijman reveló la historia oculta detrás de su tupida cabellera. "¿Cuánto tiempo me lleva peinarme? No tanto. Ahora me lo corté un poco y se me arma solo. Me seco un poquito y ya se arma, va como piña. Cuando me crece un poco, me lo tengo que peinar más porque sino parece que tengo los pelos como cuando acabás de bajar de una moto. Me baño, me seco y se me infla naturalmente", sostuvo.
-¿Siempre tuviste el pelo así?
-No, yo me enteré que tenía rulos a los 23 años. Usé toda la vida el pelo cortito y una vez me fui de viaje a Brasil con un amigo, lo tenía medio largo al pelo y me daba fiaca cortármelo. Entonces mi amigo me dijo: “¿Por qué no te lo dejás largo a ver qué pasa?”. ¡Ahí descubrí que tenía rulos! Fue una novedad para mí; una locura. Mirá cómo son las vueltas de la vida que después de eso pasé a ser Rulo para todo el mundo. ¡Eso es re flashero!
-Además, se convirtió en tu sello distintivo.
-Exactamente. Siempre pienso en esto: era algo que tenía pero que no sabía que estaba ahí y lo loco de cómo eso se convirtió en mi sello distintivo o algo que me marcó para siempre. Uno a veces cree o piensa que conoce todo sobre sí mismo o que ya sabe todo lo que puede dar pero se equivoca porque puede haber algo más. Hay que escarbar y no solo en lo físico: en el talento, en alguna aptitud o capacidad oculta, qué se yo. De repente nunca tocaste un instrumento pero de golpe sentís que es lo tuyo, probás y lo hacés de puta madre. Hay que conocerse más, explorar y tener paciencia porque, en mi caso, lo de los rulos fue un flash.
-A tu amigo le estarás agradecido de por vida…
-(Risas) Sí, obvio, ni hablar. Era un compañero de la facultad, ese verano me dijo de hacer un viaje juntos y pasó eso. Me fui con el pelo un toque larguito y terminé descubriendo que tenía una peluca enorme debajo.
-¿Quién fue el primero en llamarte públicamente Rulo?
-El Pelado López y ahí me quedó el apodo. La historia es así: entré en la tele por un autocasting. Fui a un evento de la nada, los Premios Tato en su primera edición, con una cámara, vestido de traje y un amigo que me filmaba. Hice entrevistas con la intención de tener material para presentarle a algún productor, edité esas notas, las colgué en Youtube y a la semana me llamaron de CQC. Ese video se llamó el autocasting y está en internet. Al primero que entrevisté para ese autocasting fue al Pelado porque él también había ido a hacer notas a ese evento. Era la última nota de su vida porque después iba a pasar a ser conductor.
-¿Y qué pasó esa noche?
-En esa nota lo llamé porque todavía no había llegado ningún famoso y dije: “Bueno, arranco haciéndole una nota al Pelado”. Ahí él me preguntó qué estaba haciendo, le conté que se me había ocurrido armarme un autocasting para tener material y Guillermo me dijo: “Si yo soy el Pelado, ¿vos qué serías? ¡Rulo!”. Y ahí me quedó Rulo. A la semana me llamó el productor que estaba ahí con el Pelado, tuve una reunión y me contrataron el toque en Cuatro Cabezas. Ahí comenzó mi vida profesional y me cambió todo para siempre. ¡Las vueltas de la vida son impensadas!