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Luciano Castro recordó cuando conoció a Mike Tyson: "Puse en riesgo mi vida porque me le tiré encima"

El actor aseguró que volvió loco al boxeador en el VIP de un aeropuerto, pero que después tuvo su recompensa.

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Fanático del boxeo, Luciano Castro recordó al aire de PH, Podemos Hablar dos increíbles anécdotas que vivió junto a Mike Tyson. Cuando Andy Kusnetzoff preguntó quiénes "cholulearon alguna vez a una celebridad", el actor contó el tenso momento que protagonizó con el boxeador, aunque más tarde terminaron abrazados "como compañeros del secundario".

"Lo volví loco. Puse en riesgo mi vida porque me le tiré encima. Él me miró como diciendo 'estás loco'. Al toque estaba Germán Paoloski, que habla muy bien inglés y le explicó. Igual, ellos no están acostumbrados a ese acoso", relató Castro.

Y detalló: "Estábamos en el VIP de un aeropuerto y Sabrina me dice: 'Luciano, no te vuelvas loco. Atrás tuyo está Tyson'. Yo le digo 'sacá el teléfono, poné la cámara y no pares de disparar'. Me acerco (a Tyson) y lo más gracioso es que le hablo en inglés, y yo no hablo inglés. Le hablé, lo agarré y lo quería besar, le agarraba la mano. Él se puso duro y me quería soltar". 

Pero la anécdota no terminó ahí, sino que tuvo un final más que feliz para Luciano Castro: "Después fue a Punta del Este, hizo el unipersonal y cuando termina el espectáculo se acerca y me señala. Me mandó a llamar para sacarse una foto con Sabri y conmigo. No lo podía creer. Cuando me mandaron a buscar pensé que era una broma. Y tenemos la foto los tres abrazados como compañeros del secundario".

Pero Tyson no fue el único boxeador al que el actor "volvió loco". Según reveló, hizo lo mismo con el Chino Maidana en la previa a una pelea con Floyd Mayweather en Las Vegas: "Yo había apostado dólares y quería saber en qué round lo iba a noquear. Mirá la confianza que le tengo al Chino que quería saber solamente eso. Empecé a correr a toda su gente por el hotel, preguntándole. Y el Chino bajaba del pesaje, iba por la parte de atrás del escenario, y yo siguiéndolo. Me miró y me señaló con los dedos el número 6".

"Yo salí corriendo y le dije a Joaquín Furriel: 'Vení, Lince, vamos a apostar que me dijo el sexto'. Al Lince le costaba sacar los dólares. '¿Te parece, gordo?'. Yo le decía 'dale, dame plata'. Imaginate cuando empieza el sexto round: yo estaba esperando a llamar y decir 'no voy más a grabar porque soy millonario y vivo en Las Vegas, y Joaquín tampoco va'. Pasaron 3 minutos y Joaquín me estaba diciendo 'me debés plata'", concluyó.