Cuando supo que estaba embarazada por primera vez, Paula Chaves comenzó a leer, informarse y preguntar hasta que supo lo que quería al momento de dar a luz. Claro que con Olivia, los planes quedaron en la nada cuando el obstetra le informó que tendrían que ir a cesárea. La llegada de Baltazar tampoco pudo ser todo lo 'natural' que ella esperaba y no fue hasta el nacimiento de Filipa que Paula Chaves pudo experimentar lo que es verdaderamente un parto respetado.
En la semana del parto respetado, Paula Chaves decidió compartir su experiencia en las redes sociales, respondiendo también a quienes la acusan de 'querer hacerse la cool' al defender con tanto esmero, este tipo de nacimientos.
"No es un capricho es un Derecho...No importa por donde sea, Parto Vaginal o Cesárea... lo que importa es que vos y tu bebé sean los protagonistas... No es de cool, es defender los derechos en el momento más importante de nuestras vidas", escribió.
"Oli nació x cesárea con un equipo, que mientras ella salía al mundo, hablaban de sus vacaciones, mientras yo estaba atada a una cama sin saber qué me iba a pasar, sin saber qué le iban a hacer a ella. Balta nació x parto con un equipo amoroso pero con un neonatólogo ansioso por ir a pesarlo y pedirlo, sin respetar la hora sagrada de contacto piel a piel... Filipa llegó en silencio, respetando todos los momentos que nosotras necesitábamos", detalló.
"Vos podés exigirlo porque no es x plata ni x acomodo, ES un derecho, que te informen y que vos seas la protagonista. EL PARTO ES TUYO💫".
¿Qué es el parto respetado?
También llamado 'parto humanizado', implica en el sentido más básico, dar a luz según los tiempos biológicos de cada mujer, respetando las creencias y valores de cada familia, con la información precisa de todo lo que involucra el nacimiento.
En la Argentina existe una ley (la 25929) que entre otras cosas advierte la obligación de los médicos de dar información detallada sobre todo lo que involucra el parto (riesgos, ventajas y desventajas de cada modalidad), tratamientos, etc. También se establece la posibilidad de que cada mujer decida si desea o no tener medicación para controlar el dolor, si desea o no estar acompañada en la sala de parto y otras cuestiones similares en torno a la participación de los profesionales de la salud.