A mediados de mayo, después de una semana de malestar intenso y mucha angustia, Andrea Taboada recibió el alta por COVID. Sin embargo, la periodista aseguró que 'le faltaban fuerzas' y seguía sintiendo mucha debilidad en el cuerpo. Días mas tarde volvió a LAM y contó que la enfermedad le había generado una sensación de vacío y miedo intenso a la muerte, lo que derivó en noches interminables de llanto.
Y cuando todo parecía volver a la normalidad, le dieron la primera dosis de la vacuna y volvió la preocupación: "El viernes a la noche empecé a sentirme mal y el sábado muy mal, estaba detonada. No tuve fiebre pero el brazo me dolía muchísimo. Tenía dolor de cuerpo, de cabeza, me dolía la cintura... los síntomas del COVID", relató en un intento por detallar las sensaciones que tuvo post inoculación.
Si bien todo lo descripto está dentro de lo normal para aquellos que reciben la dosis, Andrea estuvo preocupada hasta que se sintió mejor. Pero el lunes, mientras estaba en LAM, tuvo una nueva descompensación: "Nada grave, fue un bajón de presión pero se tuvo que ir del piso", aclaró de Brito. Poco después, la propia Taboada le confirmó a los colegas de Ciudad que consultó a su médico y éste le dijo que lo que estaba sintiendo eran los efectos segundarios esperados luego de la vacunación.
Lo cierto es que Andrea ya se encuentra bien, lista para retomar sus actividades.