Lo que en 2010 comenzó como una historia de amor idílica entre Luciana Salazar y Martín Redrado, terminó en un verdadero escándalo con juicios y acusaciones cruzadas. En el medio, hubo mil separaciones y hechos conflictivos que hacían pensar a todos que no había chances de reconciliación, pero ellos siempre terminaban volviendo.
Sin embargo, Luciana ahora jura que la decisión es irreversible y tiene una razón: su hija Matilda. Según contó en LAM, el economista 'se portó muy pero muy mal' con ella, algo que como mamá siente que es imperdonable. Aunque no dio detalles sobre las circunstancias, sí explicó que fueron cosas que marcaron a fuego a su hija.
"Ahora con mis abogados estamos viendo de iniciar una querella por calumnias e injurias. Me trató de loca y mentirosa cuando yo lo único que hice fue contar la verdad", cerró ofendida.