La llegada de Viitto cambió para siempre la vida de Belén Francese. Y así como brotó en ella un sentimiento de amor profundo que jamás sintió, también aparecieron sensaciones y miedos que no conocía.
"Sufrí una crisis existencial, de angustia porque no sabía qué iba a hacer con un bebé tan chiquito, no quería ni asomarme a la puerta", reconoció en LAM. Afortunadamente, en su caso, esos sentimientos fueron desapareciendo con el correr de los días, por lo que no tuvo que pedir ayuda. "Me fui poniendo canchera y se me pasó pero los primeros días no fueron fáciles", reconoció en LAM.
"Nosotros maternamos y paternamos a full. Encima Vitto es muy chiquito y la verdad es que vino muy poca gente a casa: mi mamá, mis hermanos, Moria y Virginia Gallardo... y nada más", se sinceró.
En tren de confesiones, reconoció que se va recuperando lentamente de la cesárea. "La realidad es que es un proceso muy personal, de cada mamá. Yo quiero estar a full con mi hijo, como mínimo, los tres primeros meses. Soy muy primeriza, no lo quiero dejar ni 3 segundos...". Además, aprovechó para opinar sobre la polémica del momento: Pampita y su baile del caño.
"No puede creer aún lo que hizo. Entiendo que es su quinto hijo y que fue parto natural, no podría yo hacerlo porque tuve cesárea pero también tengo amigas que tuvieron parto natural... mi hermana incluso, y te dicen que duele".