Diego Maradona estuvo en Dubái entre 2011 y 2017. Durante ese periodo vivió con Rocío Oliva, quien era su pareja. La relación lejos de Argentina estuvo cargada de rumores. Se hablaba de peleas cotidianas y de que a él le manejaba la vida.
Esta mañana, Gabriela Camaño, quien fue su asistente en los Emiratos Árabes, rompió el silencio en LAM y sacó a relucir varios detalles que ponen en el ojo de la tormenta a Oliva. Puntualmente, Ángel de Brito quiso saber si era verdad lo que se decía sobre las brujerías que descubrieron en la casa.
“Uno de los asistentes árabes me pidió entrar a revisar porque él sentía que había algo, trajo unos inciensos especiales que usan allá para limpiar la casa”, comenzó hablando de las sospechas.
A continuación, brindó detalles de cómo se vivió esa jornada, en la que buscaron eso que creían que influía en la vida Diego. “Fuimos a la pieza con las chicas que limpiaban, abrimos los placares y vimos una zapatilla de Diego. Adentro tenía un paquetito con tierra, una cinta negra y como gotitas de sangre”.
“A la habitación de Diego entraba su pareja, los hijos cuando venían y él los llamaba, y las chicas que limpiaban que entraban conmigo”, remarcó, dando a entender que eso que encontraron habría sido colocado por Rocío, ya que sus hijos prácticamente no fueron y el resto no tenía acceso.
Ya refiriéndose a lo que encontraron, remarcó que la persona que lo vio se dio cuenta de que no era algo bueno y lo llevó a la playa y lo prendió fuego.