A una semana de haber pasado por el Registro Civil en Chaco, llegó el momento de la segunda ceremonia religiosa para Abel Pintos y Mora Calabrese. La primera fue el jueves 23, en una Iglesia, solo con los testigos. Ahora, toda la emoción que vivieron se trasladó de la misma manera a este sábado 25.
El evento comenzó durante la tarde, bien temprano para aprovechar el día, en la estancia Villa María, un lugar majestuoso, de 74 hectáreas. El sitio tiene un lugar para hospedarse, por lo que los familiares cercanos eligieron quedarse ahí desde hace unos días atrás.
En cuanto al evento, luego de las palabras del Padre que se acercó hasta el lugar, de las respectivas bendiciones, el cantante Jairo entonó el Ave María, una melodía emotiva, con su característica e inconfundible voz. Se trata del artista al que Abel escuchó toda su vida y que, sorpresivamente, por esas cosas del destino, también es del agrado de Mora, por lo que tienen una gran unión ahí.
Pasada las 18, Pintos y Calabrese salieron a saludar y charlaron con América Noticia sobre como comenzó esta historia, el día que le propuso pasar por el altar. “Fue romántico, porque cuando uno le propone matrimonio a la persona que ama es romántica la situación, muy emocionante”.
Luego agregó que la emotividad tuvo que ver con el paso que dieron y no con otra cosa. “Al mismo tiempo fue todo muy sencillo. Nosotros tenemos una vida muy sencilla, hacemos todo de esa manera. Una mañana desperté, me di cuenta de que no quería pasar un día más sin proponerle matrimonio, así que fui a comprar una alianza, volví a casa y le pedí matrimonio”, comentó.
Por otro parte, no ocultó sus ganas de volver a ser padre. Hace unos meses nació Agustín y, por su parte, ella tiene otra hija con una anterior pareja que se llama Guillermina. “Si, si Dios quiere, nos gustaría volver a ser padres. Soñamos con una familia numerosa”.