Es una de las influencers e instagramers más exitosas del país, con millones de seguidores en sus cuentas de Instagram, YouTube, Twitter y Tik Tok. El gran público la descubrió el año pasado gracias a su excelente participación en la primera edición de Masterchef Celebrity y actualmente forma parte del equipo de Cortá por Lozano, en las tardes de Telefe. Pero Belu Lucius (34) tiene un pasado que pocos conocen y ella hoy, en exclusiva para Pronto, abrió el baúl de los recuerdos y compartió las fotos más significativas de su vida.
Con su uniforme del colegio Moruli, en Coghlan, donde era una excelente alumna. "Mi mamá siempre me sacaba una foto con el uniforme el primer día de clases de cada año", cuenta Belu.
Belu y Emily Lucius de chiquitas vacacionando en Las Grutas. "Fuimos un solo año a conocer y como amamos la costa argentina, quedamos flasheadas con los acantilados", cuenta Belu.
Casi todos los veranos los pasó en Necochea. "Empezamos a ir a mis 10 años y nunca más pasamos un verano en otro lugar que no fuera Necochea", cuenta la mujer que tiene casi 3 millones de seguidores en Instagram.
"Acá estamos en Claromecó con Emi, las dos vestidas de jean. A mamá le gustaba vestirnos parecidas de chicas y a nosotras nos divertía la situación", comenta la morocha.
Nació el 7 de abril de 1987 en el sanatorio Mater Dei bajo el nombre de María Belén Lucius y es la hija mayor del matrimonio que conformaron Miguel –comerciante autopartista y fabricante de repuestos para autos- y Silvia –ama de casa-. La familia se terminaría de completar dos años después, en septiembre de 1989, con el nacimiento de Emilia. ¿Cómo se llevaban de chicas? Hoy son súper unidas pero de chiquitas peleaban como todos los hermanos. “Mi mamá siempre se esforzó porque seamos muy unidas y compañeras. Como típicas hermanas, teníamos un vínculo de amor odio pero en términos generales nos llevamos muy bien y eso se ve en las redes”, expresa Belu. Mientras que a Emilia le fascinaba jugar con muñecas Barbie, la mayor de las Lucius prefería armar torres con ladrillitos encastrables. “Siempre fui más de lo lúdico, amaba los rompecabezas y dibujar”, acota.
"Esta foto me encanta porque es de la primera vez que fuimos a Disney. Yo tenía 11 años y estaba alucinada con ese viaje", recuerda.
Arriba: Belu y Emily en unas vacaciones inolvidables en Claromecó, con sendas remeras de Mickey Mouse. Abajo: unos años después sobre el escenario del Teatro Metropolitan tras haber dado una función de la obra Las Lucius, en 2017.
Durante la Primera Comunión de su hermana Emilia, Belu sorprendió con su look total white. "Hoy miro estas fotos y me quiero matar pero era la ropa que se usaba entonces", se ríe.
Así como actualmente todos los viernes lo da todo en los karaokes que se arman al aire en Cortá por Lozano, ya de chiquita a Belu le divertía cantar en público, como lo está haciendo en esta foto con un animador en el cumpleaños de un primo suyo.
¿Cómo se imaginaba de grande? “Soñaba con ser contadora. Incluso por un pelo no llegué a ser actuario porque estudié en la UADE y cursé dos años de Administración de empresas con la idea de ser actuario pero después me cambié de carrera y al final me recibí de Licenciada en Relaciones Públicas”, revela. En 2011, se fue a hacer un workshop a Harvard, Estados Unidos, donde aprendió sobre negociación. “Fui medalla de honor en la universidad y por haber tenido un promedio tan alto, no tenía que aplicar y así me fui a Harvard”, explica. A la par de la facultad, trabajaba con su papá en el negocio familiar y entrenaba hockey, donde competía como federada para el Club Ciudad de Buenos Aires.
Junto a mamá Silvia y papá Miguel, Belén y Emilia sonríen en una postal familiar en Mar del Plata durante unas vacaciones de invierno. "Siempre nos gustó mucho viajar", reconoce.
Belu está casada con el rugbier Javier Ortega Desio, con quien hizo esta producción de fotos para la revista Remix. "Esas fotos nos la sacamos en el depósito de Kosiuko y nos divertimos mucho en la sesión", comenta.
El deporte siempre fue importante en su vida: de chica practicaba tenis y luego hockey. El colegio lo cursó en el Moruli, de Coghlan, donde se recibió de Perito mercantil. “Fui escolta de la bandera todo el secundario y siempre me fue muy bien porque me gustaba estudiar y prestaba mucha atención en clase”, reconoce. Amante de los viajes, los Lucius vacacionan hace muchos años en Necochea, una de sus ciudades favoritas del país pero en alguna que otra oportunidad también disfrutaron de Las Grutas, Puerto Madryn y Villa Gesell.
Junto a su hermana Emilia, con quien hoy es muy compinche pero de chicas peleaban bastante, como todos los hermanos.
¿Cuándo comenzó a trabajar en el medio? “En 2013, que fue cuando empecé a hacer contenido digital para las redes de ESPN y a la par me fui haciendo conocida con mis redes sociales. Luego hice radio en Sinphony y en Metro con Julián Weich, con quien volví a trabajar el año pasado en televisión en Canal 9. En 2019 actué en la serie Chueco en Línea, para Adrián Suar y en 2016 me dirigió Nico Vázquez en la comedia teatral El canasto”, repasa la mujer que al año pasado descolló en Masterchef Celebrity Argentina.
Además de sus múltiples actividades, Lucius y su marido tienen un food truck de yogur helado. "Empezó como un trailer chiquitito y fue creciendo", se entusiasma ella.
En lo personal, en 2013 se puso de novia con el rugbier Javier Ortega Desio, con quien se casó y formó su familia. Su vida cambió por completo con el nacimiento de sus hijos: Bautista llegó el 2 de agosto de 2018 y Benjamín el 21 de octubre de 2019. “Ser mamá es maravilloso. Mis hijos le trajeron a mi vida mucha alegría y felicidad. Me hicieron replantear muchas cuestiones de la vida y ya no me quejo por pavadas. La felicidad de mis hijos es mi felicidad y ser mamá te lleva a estar 24 por 7 alerta y te trae también muchas preocupaciones. Les quiero dar todo lo mejor y que sean felices; esa es mi verdadera felicidad”, cerró Belu.
Nicolás Peralta
Fotos: Album personal Belu Lucius