ENTREVISTA

La dura historia de Estefi Berardi: "Mis papás no querían que baile y me vine sola del interior a vivir a una pocilga en Once"

La instagramer, modelo y panelista de Mañanísima, el ciclo de Carmen Barbieri en Ciudad Magazine, charló a fondo con Pronto sobre su historia de vida y el sacrificio que tuvo que hacer para alcanzar sus metas personales y profesionales.

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Estefi Berardi (31) es bailarina, instagramer y panelista de Mañanísima, el programa que conduce Carmen Barbieri por Ciudad Magazine y donde Berardi no para de tirar bombas del mundo del espectáculo, que rebotan en todos los portales. A veces, le salen bien y otras, los famosos se le enojan. Como el caso de Benjamín Vicuña, que incluso la llamó a Estefi para que dejara de hablar de él en la tele. “Era una información que tenía que contar porque si no lo hacía yo, igual lo iba a contar otro periodista”, se excusó la ex participante Combate.

En charla con Pronto, la panelista se refirió a su vida y contó lo mucho que le costó abandonar su Mar del Plata natal en pos de seguir su sueño de trabajar en la tele. "Nací en Mar del Plata y me vine a vivir a Buenos Aires a los 18 años, cuando terminé la escuela. Me vine a vivir a una pensión en Once con estudiantes mujeres. Era una pocilga y no tenía otra posibilidad porque no tenía plata. Me vine con poquitos ahorros y sin el apoyo de mis viejos porque no querían que me viniera a vivir acá. Mis papás querían que me vuelva a Mar del Plata. Les daba miedo que viviera en Capital y querían que estudie una carrera más convencional", relató la rubia.

-¿Una carrera universitaria formal?

-Exacto. Me decían que si me anotaba en Abogacía o una carrera de ese estilo, ellos me podían ayudar. No bancarme del todo pero sí ayudarme. “Vas a tener que laburar igual pero te bancamos”, me repetían. Pero no era esa mi idea porque yo quería trabajar en televisión, actuar y bailar. Mis papás no veían serio todo eso y no me bancaban. No me importó y me vine sin mucha plata. Me instalé en una pensión compartida en Once y me busqué trabajo apenas llegué.

-¿De qué trabajaste?

-Daba clases de danza en diferentes escuelas. En Mar del Plata estudié desde chica baile e hice la carrera de intérprete de danza clásica y contemporánea en la Escuela Municipal Norma Fontenla. Es un carrerón y ahí estudié desde los 8 años hasta los 17. Allí aprendí todo, desde Anatomía y Francés hasta Música y Arte escénico. Entonces, me puse a dar clases de danza. Con eso me podía sostener y me la pasaba laburando porque me pagaban poco. Después empezaron a aparecer cosas mejores, como lo de Diego Torres.

-¿Cómo llegaste a él?

-Por casting. Con Diego salí de gira y para ese momento ya tenía mi propia escuela de danza, que abrí yo y ahí daba clases y tenía distintos profesores. Me fui haciendo conocida en ese ambiente de la danza y cada vez tenía más alumnos. Con Torres estuve dos años y medio de gira y a la par hacía eventos. Me armé mi pequeña pyme pero sentía que me había hecho conocida por ser muy buena bailarina pero no podía crecer o salir de ese ámbito hacia la tele. Si iba a un casting, siempre me elegían para bailar pero no me daban la oportunidad de hacer otra cosa. Así bailé en el programa de Susana Giménez, con Chano de Tan biónica en sus videoclips y llegó un momento en el que quería hacer algo más.

-¿Entonces qué hiciste?

-Me metí a hacer castings de otro tipo hasta que surgió lo de Combate. Entré al programa en 2014 y fue una explosión. Empecé a sentir la popularidad, sobre todo en ese público adolescente y estuve dos años ahí. Para mí fue re importante Combate porque empecé a ganar seguidores en Instagram y descubrí que me podía defender muy bien en cámara hablando. Lo de la Comunicación lo descubrí ahí, además de que me destacaba bailando. Al poder hablar bien en cámara, después fui notera en Canal 9 y fui teniendo nuevas oportunidades, incluso conduciendo.

-¿Te quedaron amigos de Combate?

-Menos Mica Viciconte, todos. Somos un grupo bastante unido y nos vemos cada tanto. Nos juntamos en grupo y vamos a comer afuera pero Mica jamás se prendió. No se juntaba con nosotros porque no le interesaba, nunca venía. Flor Vigna, en cambio, sí. Hablo con todos y nos seguimos viendo. Estamos en permanente contacto.

La entrevista completa con Estefi Berardi está en la edición digital de enero de revista Pronto y se puede descargar y leer de manera gratuita haciendo click en este link