FUE POR TRABAJO

Justina Bustos recordó su internación en África donde aseguró que se sintió "presa"

La actriz contrajo coronavirus mientras rodaba una película. En un posteo reveló la pesadilla que vivió el año pasado.

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Justina Bustos viajó el año pasado a la Isla Mauricio, África, para comenzar a grabar un documental pero el Covid-19 la golpeó muy duro debido al protocolo del lugar. La actriz debió estar 33 días aislada en un hospital, con un cuadro leve. “Al principio estás acompañada, tratas de olvidar que estás encerrada, que no podes salir e incluso que nadie te trata como una persona. Bailás, te olvidas, rezas, te acordás y te levantas pensando en ‘mañana quizás me vaya’. Pero mañana te vuelven a decir mañana y así te vas quedando sola en un hospital que se va vaciando”, comenzó contando sobre su "pesadilla".

“Desde el momento uno me pareció surrealista. Estar encerrada en una isla, en un hospital, con mujeres que tenían una historia muy particular de vida. Inconscientemente registré todo para tener una actividad ahí dentro y no estar sola pensando”, agregó.

"La primera noche cae una mujer de la India, así como en la penumbra. Y digo: ‘¿Qué hace esta mujer?’. Yo pensé que no estaba infectada. Y esta mujer, viene, se sienta en una cama y me dice: ‘Estamos en las manos de Dios’”, recordó la actriz en un programa de América.

“En ese momento de soledad, la miré y dije: ‘Bueno, genial compartir esta experiencia con ella’. Parecía muy buena esta mujer. Después terminó siendo Sarita y compartimos 25 días juntas. A mí me seguía dando positivo, era testeada cada tres días. Yo no tenía síntomas, ya tenía anticuerpos, estaba perfecta. Tenía muchísimo miedo, no nos trataban, directamente. El equipo médico cambiaba cada semana, no había una relación con ellos", concluyó Bustos con mucha angustia. 

En las últimas horas, Justina compartió con sus miles de seguidores un cuaderno en el que hizo varias anotaciones sobre su estadía en el hospital: "Encontré el cuaderno de África. Me mandaron cuentos para dormir. Me hablaron de tribus nómadas que no necesitaban más que alimentarse y cantar. Mi madre no durmió por un mes y tres días. Mi padre fue el bálsamo. Me hice amigas de tres indias. Dormí mucho y no dormí nada. Mi amiga española hizo del baño nuestro lugar. Fui italiana. Extrañe jugar al fútbol. La desigualdad me pegó una cachetada. El cónsul de la India no durmió para consolar la noche que se fueron todas. Gracias a todos los que me dieron amor y fuerzas".