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Gladys La Bomba Tucumana reveló cómo logró bajar 18 kilos y cómo funciona el chip que se puso en el cuerpo

La artista de la movida tropical luce nueva figura y se siente en plenitud total con su cuerpo. "Bajé casi 20 kilos", relata a Pronto. Y cuenta cómo logró hacer el clik para bajar de peso y vivir una vida más saludable.

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Cada noche, se sube a las tablas del Teatro Holiday 2 de Villa Carlos Paz para encabezar la revista Cocodrilísima, junto a Omar Suárez y Denise Cerrone, en lo que marca su debut dentro del teatro de revista. Gladys La Bomba Tucumana se siente espléndida y se la ve muy bien, contenta y con rumores de nuevo novio dentro de su compañía.

Su bienestar interior traspasa hacia afuera y la cantante luce nueva figura, con un cambio radical en su imagen. En una charla a fondo con Pronto, Gladys reveló cómo logró bajar casi 20 kilos y en qué la ayudó el chipo hormonal que se puso en el cuerpo.

"Me cuido muchísimo con las comidas. Mi vida es comer saludable y cuidarme. Como sano y casi no pruebo carne. Quizás alguna ensalada con pollo pero hasta ahí llego. Vivo para cuidarme y entreno bastante. Ahora estoy muy cansada por el teatro pero ya me voy a poner las pilas de vuelta esta semana. Hago cinta, cardio y eso me ayudó a bajar de peso. También tuvo mucho que ver un chip que me puse", confió Gladys al periodista Nico Peralta para la edición digital de enero de Pronto (se puede descargar de manera gratuita haciendo click en este link

-¿Un chip?

-Sí. Un chip hormonal que me regularizó todo. Es el mismo chip que en su momento se puso Carmen Barbieri pero no es estrictamente sexual, como la gente piensa. Real que te activa todo y te empieza a funcionar todo mejor a nivel hormonal. Después de los 30, los seres humanos perdemos todo, la piel cambia y lo que hace el chip es devolverte todo lo que tu cuerpo necesita. Te mandan a hacer análisis y te ponen el chip según tu graduación. Es como un granito de arroz que te colocan debajo de la piel adonde va la inyección.

-¿Sabés dónde lo tenés o va viajando por el cuerpo?

-Sí, sé donde lo tengo y no se saca; eso se reabsorbe solo. Se desintegra. Es muy bueno, me ayudó un montón y me sacó muchos síntomas que yo tenía premenopáusicos y todas esas cosas feas que se sienten. Ahora me siento óptima, siempre animada, de buen humor. Pienso que tiene que ver mucho con eso porque no estaba así antes del chip.

-¿Cómo estabas antes?

-No tenía ganas de hacer nada, ahora me siento activa y con ganas de hacer. Igual no le atribuyo todo al chip porque no es que te cambia la vida y no quiero dar una falsa información. Pero a mí personalmente me ayudó mucho. Ahora me siento más animada y nunca me siento vieja.

-De afuera lo que se ve es que ya no te enojás tanto.

-Es real. En un momento me enojaba mucho y es porque no estaba bien y estaba muy irritable. A cierta edad las mujeres nos ponemos así. No estaba tolerante, me peleaba mucho con la gente porque me molestaban y yo no tenía tolerancia. No es que yo me quería pelear: me jodían y yo me enroscaba y daba siempre vueltas sobre lo mismo. Ahora si alguien me joroba, lo mando a la mierda de entrada y chau. No estoy peleando todos los días. Estoy en una edad en la que no me importa nada. Ponelo en mayúscula: ¡no me importa nada! Solo me importa mi carrera, mi hijo, mi trabajo, mi madre y el público que me da de comer. Me pongo de rodillas ante el público pero lo que diga la gente, si estoy gorda, flaca, vieja o joven, me importa literalmente un culo.

-¿Cómo lo trabajaste? ¿En terapia?

-No, no voy a terapia. Lo trabajé sola. Laburé mucho mi ego para fortalecerlo y un día dije: “Quiero estar mejor”. Si lo logré es porque no me quería ver más mal. Lo hice sola, sin la ayuda de ningún nutricionista ni de nadie. Lo hice con mi cabeza, mi inteligencia y mis ganas. “No me quiero ver más así de gorda, ¿por qué estoy así? ¿Qué me pasa?”, me pregunté. Me propuse estar divina, empecé solita y nunca más comí harinas, por ejemplo.

-¿Con qué reemplazaste las harinas?

-Con legumbres, lentejas, galletas de arroz. No me como un paquete entero sino tres o las que tenga ganas en ese momento. Le pongo queso untable y fui cambiando de a poco la alimentación. La gente me pregunta muchísimo por las redes sociales sobre mi cambio físico y tengo 400 mil seguidores en Instagram que quieren saber cómo hice para cambiar. Las mujeres me preguntan por la dieta y les respondo a todas.

-¿Sabés cuánto bajaste?

-Sí: 18 kilos, casi 20 te diría. Es un montón y fue en base a sacrificio. Lo hice solita, a conciencia y sin la motivación de ningún profesional. Siempre viví a dieta pero jamás vi un cambio tan rotundo como éste. Mi cabeza y mi corazón me hicieron ver que tenía que cambiar y quererme. Y yo me amo. ¡Me amo, me amo y me amo! Me gusta todo de mí: mi cuerpo, cómo soy, me gusto a mí misma. ¡No entiendo por qué no le gusto a ningún hombre!