Hace una semana, Susana Giménez tuvo su regreso triunfal a Argentina. Luego de su exitosa vuelta al teatro en Uruguay, con la obra Piel de Judas, la diva vino al país para resolver y encargarse de cuestiones pendientes. Luego de eso, regresó a La Mary, la chacra que tiene en Punta del Este, pero se llevó flor de susto por un tema de salud de su hija, Mecha Sarrabayrouse.
Mecha se empezó a marear, a sentirse mal, y todo eso, lejos de apaciguarse cuando se tiró en la cama a esperar que pasara, se fue recrudeciendo. Ante esto, Susana no lo pensó dos veces y la llevó a un nosocomio para que la revisaran. Al principio se creyó que era Giménez la que estaba mal, pero con el correr de las horas se informó que el tema era por su hija.
Ángel de Brito se encargó de aclarar la situación y contó que fue en rol de madre, que ella está bien. Luego de eso comentó que fue por los mareos. “Según las primeras atenciones le habrían dicho que tenía problemas con los otolitos”, indicó el periodista, para llevar tranquilidad a aquellos que estaban preocupados.
Luego de eso, aclararon de que se trata: “Son las que controlan el equilibrio, si se empiezan a descontrolar, eso provoca los mareos en la persona”. Están ubicados en el oído interno y, efectivamente, el equilibrio sensorial descansa ahí.
Remarcaron que las llevó el chofer de la Su, que ya habían avisado en el hospital antes de ir y que apenas ingresaron fue atendida. Ya la estaba esperando un médico. Claro, y más allá de que en Uruguay tiene una tranquilidad que acá no, no deja de ser una figura y las fotos y selfies están al alcance de la mano.