"El 31 de agosto nosotros íbamos a firmar el contrato de la casa nueva, y el 30 nos avisan desde la inmobiliaria que el dueño no me quería alquilar porque no veo. Fue un baldazo de agua fría, fue desesperante", señala la actriz y bailarina Eliana Manzo, que hace un mes y medio atrás se volvió viral en redes sociales, luego de grabar un video contando un dramático episodio de discriminación que le tocó vivir, cuando la rechazaron como inquilina por ser no vidente.
Afortunadamente, esta insólita situación llegó a un buen destino: fue el empresario teatral Carlos Rottemberg quien se conmovió con esta historia y contrató a Eliana para trabajar en la legendaria obra de teatro, que lleva más de 50 años en cartel: "La lección de anatomía". La pieza reestrenó el pasado miércoles 12 de octubre en el teatro Multitabaris, ubicado en calle corrientes.
Para Eliana, el llamado de Rottemberg fue un renacimiento, en una charla íntima con PRONTO la actriz nos cuenta cómo atraviesa su historia de vida, como vive este inesperado presente con el desafío de la obra y del personaje que le toca interpretar y sobre todo cómo fue, y es convivir con los prejuicios que aún subsisten en la sociedad con los distintos tipos de discapacidades. Y más aún siendo mujer.
- Eliana dejaste de ser gimnasta, dejaste de lado las Olimpíadas para cumplir tu sueño de ser actriz... ¿Cómo fue tomar esa decisión?
Desde los 6 hasta los 14 años fui gimnasta y después me dediqué a la actuación y a la danza. Me recibí de profe de danza jazz y actualmente me dedico al tango. Pasé de entrenar 8 horas por día a decir no quiero ser gimnasta, no quiero ir a las Olimpíadas, y eso para mi papá fue un golpe duro. Me acuerdo que fuimos a terapia, mi papá era el más exigente. Yo vengo de una familia de cuatro hermanos, de clase media para abajo. Y me acuerdo que me dijeron: "Nosotros no tenemos plata para que estudies actuación", entonces empecé yo sola a averiguar cursos gratuitos y empecé a estudiar actuación, y a anotarme a muchos castings. Y a los 16 años empecé a trabajar, hice mi primera obra que fue: "Los árboles mueren de pie". Después también me anoté en danza, y el estado físico que me dio ser gimnasta me ayudó mucho con la ceguera.
- ¿Esperabas que el vídeo de tu denuncia se volviera tan viral?
La verdad que no. El 31 de agosto nosotros íbamos a firmar el contrato de la casa nueva, y el 30 nos avisan desde la inmobiliaria que el dueño no me quería alquilar porque no veo. Fue un baldazo de agua fría, fue desesperante estar con todo ya embalado y el bebé que tenía dos meses, no sabía que hacer. Una mezcla de impotencia, de ira, una situación desesperante. Y una amiga justo me dice mira Eli, esto te paso a vos porque tenes los medios para visualizarlo. Y yo digo: "¿Qué medios tengo?". Pero dije bueno, me lo voy a tomar asi, quizás soy la elegida para darle visualización a esto, la gente tiene que saber que esto sucede. Porque es fácil hablar de inclusión, pero en la diaria ¿Incluimos?. Por ejemplo, yo me encuentro con muchas situaciones así todo el tiempo. Me han cerrado las puertas de seminarios de danza, trabajo nunca pude conseguir, siempre me tuve que generar los trabajos sola. Por eso valoro tanto lo de Rottenberg.
- Contame cómo fue tu acercamiento con Carlos Rottemberg....
Yo subo el video y fue explosivo, se empezó a viralizar, y él se cruza con mi vídeo. Lo ve, le impacta tanto que siente la necesidad de contactarse conmigo. En principio para darle una respuesta, (como el literalmente dijo), al propietario como sociedad, para hacer algo como miembro de una comunidad. Y después dijo bueno yo tengo que conocer a esta chica y buscó mi teléfono y lo consiguió, y me llamó. Imagínate cuando me llamó casi me muero, me dijo: "Yo sí quiero que estés en mi casa, yo sí te abro las puertas de mi casa. Y como vos sos actriz y yo empresario teatral lo que puedo hacer es darte trabajo". ¿Y qué mejor que eso no?, porque a mi mucha gente me elogiaba mi historia de vida y mi capacidad de resiliencia, pero de ahí a darme una oportunidad que me permitiera desenvolverme económicamente o de mostrar lo que hago, no es algo que me suceda. Y eso me iba desgastando. El llamado de Rottemberg, fue un renacimiento.
- Hablemos de "La lección de anatomía" esta obra tan histórica para la que te contrató...
Es una obra que te atraviesa tanto desde lo físico y desde lo emocional, que todos los personajes van rotando. Pero mi personaje es el único que no tiene rotación porque un poco yo así lo quise. Pero justo, una de las actrices vio la obra desde la platea vino y me dijo, no se notan para nada las guías que te hacemos. No vio los hilos del titiritero digamos y esa es la magia de la obra. Y en lo que a mi personaje respecta, me tocó un papel muy fuerte que representa la soledad. Es un monólogo en el cual ella va interactuando con todas las personas que la fueron aceptando, para que ella simplemente tome la decisión que toma finalmente, que es suicidarse.
- ¿Te sentís identificada en algún punto con este personaje?
Yo dije qué justo que me viene a tocar ese personaje, porque si hay algo que yo no tolero, no me gusta, es la soledad. De hecho, desde que soy mamá siento que nunca más voy a estar sola, de todos modos nunca la padecí, porque disfruto mucho de las relaciones. Pero no la soporto. Y digo quizás este personaje me viene a mostrar a ser un poco más empática con las personas que padecen realmente la soledad.
- ¿Vos fuiste perdiendo la vista paulatinamente, no?
Así, es. Tengo mucha conciencia de los segmentos de mi cuerpo, que con la ceguera eso me ayuda un montón a moverme arriba del escenario, yo me caigo y me levanto, no tengo miedo de caerme. Y siempre digo lo mismo, pero el amor que tengo por la actuación me llevó a todo el tiempo a generar estrategias para adaptar la disminución visual al escenario, al principio no leía las letras chicas de los guiones y me los agrandaba para poder estudiarlos, o ponía referencias en el escenario cuando solo veía colores: por ejemplo en las patas de una mesa negra ponía un pañuelo rosa, y eso me ayudaba a manejarme en el escenario. Y después cuando perdí del todo la visión, las estrategias fueron plenamente auditivas y de mis compañeros, que me daban apoyo y mucha seguridad.
- Como mujer incluso, me imagino que debe haber sido más difícil convivir con los prejuicios de la sociedad...
Cuando era chica, que como siempre me dedique a la danza tuve como un buen físico y siempre me gusto producirme mucho, me pasaba que cuando me subía a algún colectivo y mostraba el certificado de discapacidad no me creían, porque detrás de la persona con discapacidad hay una imagen socialmente establecida que parece que la persona con discapacidad no puede ser linda, no se puede producir, tiene que ser mas anómalo o amorfo. Quizás es un poco drástico lo que estoy diciendo, pero me pasaba. Yo caminaba por la calle de chica y me gritaban piropos, y cuando empecé a usar el bastón ya no me gritaban más nada, como si una persona con discapacidad no pudiera causar sensualidad en los demás al caminar. Soy mujer, si me gusta vestirme bien y me gusta producirme, ¿Por qué no puedo, porque soy ciega? Porque la gente no reconoce una persona ciega con mi fisic tu rol, ponele. Es bastante ignorante y precaria esa línea de pensamiento. También pasa con la maternidad la subestimación, pero siempre digo que no es un atentado contra mi, sino es el desnudo de las propias incapacidades de otra gente que se reconoce insolvente.
"La lección de anatomía" se puede los miércoles, jueves y viernes a las 20 hs. Los sábados tiene doble función 20.30hs y 22.30 hs y los domingos 19 horas en el teatro Multitabaris hasta el primer fin de semana de noviembre.