En los tiempos que corren, un solo trabajo parece no alcanzar para hacerle frente a las dificultades económicas producto de una inflación que no se detiene. Ni siquiera los famosos pueden conformarse con uno solo para disponer con más tiempo libre. Un caso testigo es el de Marcela Tauro, que corre de un estudio a otro para llegar a tiempo a sus distintas obligaciones.
Su jornada comienza bien temprano como parte de El club del Moro. Termina ahí y pasa al programa No está todo dicho, conducido por Guido kaczka. Luego, al mediodía, se va corriendo a América para sumarse a Intrusos. La periodista utiliza mucho el taxi para no tener que manejar y aprovechar ese tiempo para ocuparlo en buscar información o hablar con sus seres queridos.
Todo esto para contar que, en un descuido, Tauro se olvidó pertenencias en un auto. Lo contó en la radio para ver si podía recuperarlas. Algo bastante complejo, sobre todo porque es raro que se mire el asiento de atrás y la gente que sube es mucha.
“Viajé en un taxi y después que bajé me di cuenta que había dejado un neceser con maquillajes míos y dos cortinas de cabello de diferentes tamaño”, comentó. Luego, agregó que se trata de productos confeccionados por el mismísimo Miguelito Romano, el mismo que trabaja en la cabellera de Susana Giménez.
Más allá de lo económico, acá lo que importa es lo sentimental. Existe una gran relación entre Tauro y Romano y ese había sido un regalo especial. El estilista no suele obsequiar estas cosas, pero con ella sí tuvo ese gesto.