El lunes al mediodía se conoció la triste noticia de la muerte de César Mascetti tras batallar durante mucho tiempo contra el cáncer. Tenía 80 años y una trayectoria inmensa en los medios de comunicación. A lo largo de todo ese tiempo, cosechó muchas amistades pero también un sinfin de personas que lo admiraban, apreciaban y reconocían como lo que era: un profesional intachable.
El último adiós fue este martes por la mañana en el Cementerio de San Pedro donde una multitud se acercó para despedirlo. Allí, Sandra Mihanovich, su hija del corazón, leyó para todos la carta que César escribió durante sus últimas horas de vida.
“Yo calculo que lo mejor que podemos hacer para despedirnos es escuchar lo que él escribió”, introdujo la cantante antes de proceder con la lectura.
“Me estoy muriendo en San Pedro, rodeado de durazneros en flor y de naranjos que esperan su turno para dejar caer sus pétalos e inundarnos a todos de su perfume. Estoy en el medio del campo, caminando con mis perros que perciben desde hace días lo que va a pasar... Estoy mirando el río, escuchando las campanas que escuchaban mis abuelos. Estoy por ver volar a las palomas que cubrirán el cielo como todas las tardecitas y que dentro de poco me llevarán con ella para enseñarme el camino. Me estoy muriendo en San Pedro a los 80 años, donde siempre quise morir, junto a la mujer que amo, abrazado a mi familia, ¿Qué más puedo pedir? Me estoy muriendo en paz, con la satisfacción del deber cumplido”.
Las lágrimas de emoción de los presentes fueron inevitables así como la sensación de vacío que él dejó.
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