REVELADOR

Luciano Castro habló por primera vez de su vínculo con Romina Yan: "Me hubiera gustado disfrutarla mucho más como amigo"

El actor, que surgió del semillero de Jugate conmigo de la mano de Cris Morena, se refirió a su desconocido vínculo con Romina Yan, de quien estuvo muy cerca los últimos años hasta que la actriz falleció, en 2010. Qué dijo.

Por
Escrito en ESPECTÁCULOS el

Comenzó la cuenta regresiva para la temporada teatral veraniega y Luciano Castro ya está a full con los preparativos para instalarse en Mar del Plata, donde protagonizará la obra El divorcio, con Natalie Pérez, Carla Conte y Pablo Rago. En diálogo con Pronto, el actor contó: "Voy a actuar en El divorcio, de Nelson Valente, un autor argentino, con Natalie Pérez, Pablo Rago y Carla Conte. Es un elencazo, los cuatro somos protagonistas y estamos muy entusiasmados con hacer esta temporada".

Podría interesarte

En Mardel, Castro juega de local ya que pasó gran parte de su vida en la ciudad balnearia. "Me tranquiliza porque durante el día la paso bien, voy a la playa, veo amigos, surfeo y disfruto. ¿Qué familia me queda en Mardel? Ninguna, están todos muertos ya, bajo tierra, quemados. Mi vieja está acá conmigo, en Buenos Aires, y se irá conmigo a Mar del Plata en el verano también. Adonde voy, va conmigo", expresó.

Luciano Castro

-¿Vive con vos en Buenos Aires?

-No, acá vive con mi hermana mayor. Pero nos vemos todos el tiempo y desde que me separé de Sabrina, estoy mucho en la casa de ella. Pasamos mucho tiempo juntos y eso me hace bien un rato. Me gusta tenerla a la vieja cerca; me gusta y me hace bien.

-¿Te recuerda tu pasado ir a Mar del Plata?

-Sí, todo el tiempo. Tanto Mar del Plata como el Club Parque, acá de Villa del Parque o Paternal, son mi historia y tienen que ver con mi infancia, conmigo, con las cosas buenas y malas que hice en esa época. Pienso cuando entré en Jugate conmigo, con mis 17 años y el pelo largo. Que trajo lo bueno y lo malo porque en aquella época si tenías el pelo largo, te pegaban. Mar del Plata tiene que ver con mis orígenes y Guido Kaczka siempre cuenta una anécdota muy graciosa conmigo en Mardel.

-¿Podés compartirla?

-Sí, claro. Estábamos haciendo el primer año de Chiquititas, fuimos a unos videojuegos, queríamos jugar al pool, Guido era chiquito de contextura y había unos pibes que no soltaban el pool. Entonces me acerqué a preguntarles si podíamos jugar nosotros y cuando vieron que era el chico de Jugate conmigo, me faltaron el respeto, me ningunearon e intentaron pegarme una trompada. Les salió todo pésimo porque era mi ciudad, tenía muchos amigos y cuando salimos de ahí, Guido me dijo: “¡Estás loco, pusiste en riesgo mi vida!”, con un tono muy gracioso. Ya era el monstruo que es ahora pero en esa época era chiquitito y se hacía escuchar. Con Kaczka compartimos Chiquititas: él era Piojo y yo estuve el primer año de la novela, con Romina Yan y Gabriel Corrado.

Luciano Castro

-¿Qué recuerdo tenés de Romina Yan?

-Los mejores. El mejor, el mejor. Me cuesta mucho hablar de Romina, me voy a poner a llorar. No quiero entrar en esa porque no sé salir del llanto. Te puedo decir que tengo el mejor recuerdo. No sé, me hubiera gustado disfrutarla mucho más como amigo. Cuando me empecé a hacer amigo de ella, se me fue (Luciano se emociona y corta el relato).

-No sabía que habías sido su amigo.

-Nadie lo sabe. Hay cosas que no tenés por qué contarlas. Como pasa cuando alguien se casa y todo el mundo se entera: eso es porque ellos mismos lo cuentan porque si no querés que se sepa, no abrís la boca y listo.

-¿Cómo empezó tu relación con Romina?

-Con Romina nos hicimos amigos porque corríamos muchas maratones, ella era una gran fondista, una gran atleta y compartimos sus últimos cinco años de vida. La primera persona a la que veía, a las 6 de la mañana todos los días, era a ella porque entrenábamos juntos en el río. Estaba ahí con ella y con su ex marido y compartíamos mucho tiempo. Hemos ido a comer a su casa, Romina hacía grandes tortas; una gran dulcera. Yo la conozco desde muy chiquitito pero recién de grande empezamos a hacernos amigos. Hablamos un par de cosas que teníamos que hablar y nuestra amistad fue inmediata. Pero cuando me quise dar cuenta no estaba más (Luciano llora).

Romina Yan y Cris Morena

-Te volviste a emocionar.

-Me cuesta mucho hablar de Romi. No me pone mal llorar, me pone mal no haberla disfrutado más y cosas que tienen que ver con la puta vida. Estoy seguro de que está en un mejor lugar. Romina era el personaje de Chiquititas: una mina increíble. Esa era ella. Un ser distinto, de luz.

-¿Seguís en contacto con sus hijos o con su ex?

-No, con los chicos no y con Darío (Giordano) hablo muy de vez en cuando. Pero es porque los dos nos ponemos re mal y no queremos llegar a ese punto. Darío rehízo su vida y yo no quiero ser un plomo, ir y revolver. Tengo los mejores recuerdos y tuve tres o cuatro charlas con Romina que para mí fueron todo y me cambiaron la vida. Lo necesitaba y me dijo cosas que hoy en día sigo usando para trabajar.

Romina Yan

-¿Qué te pasa cuando pensás en Jugate conmigo? ¿Renegás de ese pasado?

-No, ¿estás loco? ¿Cómo voy a renegar? Al contrario, me agarra una alegría enorme. Aparte lo veo tan lejos; siento que Jugate fue antes de Cristo. Año 92. Lo veo así, como que es otra película que viví y vienen a contármela. Me recuerdo como un guachito que arrancaba. Me pasa que muchas veces me hablan de anécdotas que ni recuerdo. Era como un Rolling Stone con recorte presupuestario. ¿Sabés igual lo que fueron los 90 en este país? Éramos todos Calígula. Y si te iba un poquito bien, era una locura. Así viví yo mi paso por Jugate, con un vértigo enorme y muy bien contenido porque estaba Gustavo Yankelevich controlando todo y una Cris Morena que estaba empezando a formar la mega empresa que tiene hoy.

Luciano Castro y Cris Morena

-Fue el semillero de muchos.

-Sí, sin dudas. Para mí fue el arranque de todo y para Cris tampoco tengo dudas de que fue el inicio de la mega empresa que luego creó. Soy un tipo súper agradecido y cada vez que puedo, a Gustavo se lo mando a decir porque con él no hablo. Pero siempre le mando a decir, ya sea por Anita Tomaselli o por quien sea, lo agradecido que estoy. Tuve la mejor formación que puede tener una persona cuando empieza: a mí me formó Gustavo Yankelevich y si te digo que su padre fue quien creó la televisión argentina, se acabó la charla ahí, ¿no? Tengo recuerdos de Gustavo bajando al estudio para decirnos, cuando nos veía boludeando: “No se hace eso”. No te mandaba una paloma mensajera, bajaba él mismo. Tuve una formación zarpada y con Cris no tengo más que agradecimiento.

Luciano Castro y Cris Morena

-¿A ella se lo dijiste en persona?

-Sí, mil veces. Cuando me la encuentro, se lo digo. Si ahora me la llegara a cruzar a Cris acá, la abrazaría y le diría: “Gracias por confiar en mí”. Cris y Gustavo me dijeron algo muy sabio: “¿Vos querés vivir de esto? Capacitate. Lindos como vos hay miles”. Mirá qué crudo y qué fuerte pero qué real. Me mandaron a estudiar con el mejor de todos, que es Raúl Serrano. Me formé gracias a su consejo.

Cris Morena y Luciano Castro

La entrevista completa con Luciano Castro está en la edición digital de octubre de revista Pronto y se puede descargar de manera gratuita haciendo click en este enlace