A tres semanas de haberse casado por registro civil en Bahía Blanca, la ciudad de la que es oriunda ella, Alejandro Fantino (51) y Coni Mosqueira (29) hicieron una gran fiesta en Buenos Aires para celebrar con todo su casamiento. El lugar elegido fue la estancia Villa María, en Cañuelas, el mismo lugar donde se casaron distintas parejas del espectáculo, entre ellas Araceli González con Fabián Mazzei, Luisana Lopilato con Michael Bublé y Abel Pintos con Mora Calabrese.
Fantino y Mosqueira se conocieron en 2017 y desde entonces nunca más se separaron. Se vieron por primera vez en un boliche, se pusieron de novios y empezaron a convivir durante la cuarentena. El compromiso fue hace unas semanas en un viaje paradisíaco a las islas de Grecia y hace tres semanas se convirtieron en marido y mujer para la ley en el registro civil.
"El civil fue íntimo y la fiesta para 60 personas, chica y muy íntima comparada a la gran fiesta que haremos el 12 de noviembre en una estancia", anticipó Fantino hace unos días. Hoy, el sueño se hizo realidad y reunieron a todos sus familiares, amigos y compañeros de trabajo más cercanos en una mega fiesta en Cañuelas. La ceremonia la "ofició" su amigo, el psicoanalista y escritor Gabriel Rolón.
Durante el día se alojaron en la estancia y allí se prepararon para recibir a su gente. Mosqueira lució dos vestidos de novia diseñados por María Goroff y estuvo tan bella como exultante. Fantino, por su parte, tras haberse casado compartió en exclusiva sus sensaciones con Pronto.
-¿Qué significa este día tan especial?
-Este día especial para mí significa la comprobación de haber sentido una especie de mensaje instantáneo de cuando la conocí a Coni, que sabía que era ella. Hay una causa que de pronto no está conectada al efecto. No todo es causa y efecto, hay una causa libre en el universo y creo que esa causa libre es la causa del amor. Algunos pueden llamar esa causa libre Cupido o conexión espiritual y esa causa libre me hizo comprobar instantáneamente que era Coni. Hoy siento orgullo interior de que mi alma conectó con lo que tiene que conectar y por eso hoy es un día tan especial, entre tantas cosas por eso. Es el final de un camino que se inició hace unos cinco años.
-¿Cómo viviste la previa del casamiento?
-Con la típica ansiedad con la que se vive un momento así, pero también sabiendo que es un momento de celebración y donde nos vamos a encontrar con nuestros amigos y familias, todos unidos para festejar el amor. La energía de festejo te une aún más y eso me pone muy contento.
-¿Qué sentiste cuando dijiste el “sí, quiero”?
-Cuando dije el “sí, quiero” sentí mucha alegría y fue justamente eso: un “sí, quiero” a un momento que quería que llegara. Es más, dije recontra acepto, recontra quiero. Estamos casados por civil en Bahía Blanca y volvimos a casarnos. El ser humano es ceremonial y esto es lo que nos va a hacer más humanos aún: el momento en el que nos unimos en una especie de ritual que todo el mundo hace y que todos nosotros necesitamos hacer para homenajear al amor. Cuando dije “sí, quiero” fue para dar un paso más y darle la razón a mi convencimiento interno.
-¿Cómo fue la propuesta de casamiento?
-Fue en Grecia, en el Egeo. Fue un engaño para Coni porque no sabía nada y tuve que rebuscármela para intentar que me aceptara eso y que no se diera cuenta de que era un invento. Gracias a Dios todavía yo no me había ido de Disney porque si me hubiese ido de Disney antes, no hubiese tenido ningún tipo de trampa como para hacerle, como le hice finalmente cuando le dije que tenía que grabar un evento para Disney y nos fuimos de viaje.
-¿Por qué Coni es la mujer de tu vida?
-La mujer de la vida es una construcción con la que no estoy de acuerdo. Yo la cambiaría por la mujer del día a día porque en realidad es la mujer del día a día de tu vida. Vos te elegís todos los días: a la mañana y a la noche cuando llegás a tu casa y compartís con ella; te elegís a la tarde, cenando, charlando, acariciando, mirándote a los ojos. Entonces, no es una elección de una vez y para siempre y que no se revisa más. Por eso siento que Coni es la mujer de mi día a día. Ella me elige y yo la elijo. Eso es lo bueno y lo que marca que sea la mujer de mi vida. Porque cada día que me levanto, la elijo y ella me elige a mí.
-¿El anillo cambia algo en la relación?
-El anillo es simbólico y nosotros como seres humanos somos seres de los símbolos. El anillo representa, además, con su circularidad una vuelta al mismo lugar. Es una vuelta al lugar en el que permanentemente volvés cuando amás a alguien. Cuando amás a alguien, circularmente volvés a ese amor. Podés estar triste y volvés a ese amor y te hace bien. Podés estar angustiado y volvés a ese amor y te hace bien. Entonces, fijate que anillo representa la circularidad, el regreso, es una figura geométrica que representa el regreso. No es un medio anillo o una medialuna que no llegarías. Es un anillo en el que vos salís de un lugar y llegás al mismo punto. El amor es eso: salir y llegar al mismo lugar todos los días. Lo circular como llegada permanente al mismo lugar del amor es perfecto. Entonces, el anillo representa mucho más que colocárselo: es el regreso permanente a lo que uno ama.
-¿Quiénes te acompañan en este día tan importante?
-Todos los que quiero que me acompañen y el único que me gustaría que me acompañe y que no está es mi papá. Pero está en un momento especial del festejo y del recuerdo a él. Es justamente escuchar unos tangos que él escuchaba así que él va a estar. No está físicamente pero está, sé que él está.
-¿Cómo eligieron la comida, la música y los looks?
-La comida en estaciones, no hay mesas, solamente para la gente mayor y una mesita para que estén cómodos. El resto son todas estaciones, sillones, lugares para acomodarse, para caminar. Hay comida de distintos tipos; queríamos que la gente circule, se conecte, charle, se conozca y básicamente que se conecten circularmente. Que haya una cosa de festejo circular permanente y que fluya la alegría de estar festejando. No con una mesa, con un horario de entrada y de salida y todo armado. Hay shows sorpresa, mucha comida y el vestido de Coni es de María Goroff. Usó dos, uno para la ceremonia y otro para la fiesta así que metió dos cambios y está más hermosa que nunca.
Nicolás Peralta