Galo Hagel tiene 21 años y comenzó a formarse como actor a los 14. Es hijo de la actriz Andrea Politti y ya de chiquito sintió curiosidad por el mundo del arte. Actualmente forma parte del elenco de Tijeras salvajes, que se presenta en el Teatro Multitabarís, sobre la calle Corrientes. Allí le da vida a un policía muy gracioso y comparte las tablas con su mamá y un staff que completan Diego Reinhold, Mario Pasik, Linda Peretz y Alejandro Müller.
"A los 14 me empecé a formar. Estudié con Nora Moseinco, estuve en El excéntrico 19 con Cristina Banegas, estudié con su hija Valentina Fernández de Rosa y tuve varios profesores. Tuve mucha suerte porque me formé con maestros que me ayudaron a mantener muy vivo ese fuego por el teatro", contó Galo en el ciclo Detrás de escena, por AM 540.
"¿Por qué empezaste a estudiar a los 14? ¿Fue influenciado por tu mamá?", quiso saber el periodista Nicolás Peralta y ahí Hagel lanzó una inesperada declaración. "En el momento en que ella me tiró la idea de hacer actuación estaba en un momento personal muy difícil. Estaba muy adolescente y me pasaba que no me encontraba. De hecho es muy difícil encontrarse a una mismo y estaba muy rabioso con eso", relató.
"Necesitaba encontrarme, encontrar un espacio genuino que me hiciera feliz porque me encontraba atrapado con el colegio y las cosas del día a día. Mi mamá notó todo esto y me dijo que estudie teatro. Fue lo mejor que me pudo haber dicho y fue la mejor elección que tomé en mi vida. Me transformó por completo", completó.
¿En qué sentido se vio transformado? Galo lo contó así: "Era híper tímido, me costaba expresarme, transpiraba de los nervios antes de hablar y cuando empecé teatro fue como que me transformé en la persona que soy ahora. Eso me ayudó mucho en mi vida social, en expresarme, plantarme y ser quién soy. Me dio la seguridad que necesitaba para afrontar la vida y yo le recomendaría a todo el mundo estudiar teatro porque te suma para la vida".
Daniel Gómez Rinaldi, conductor de Detrás de escena, indagó aun más sobre el tema. "Te ayudó a salir del pozo en el que estabas en tu secundario, ¿no?", preguntó el periodista. "Exacto y salí adelante como el mejor. De ahí me enamoré y las alegrías que viví en el teatro siempre me duran muchos días. Amo con el alma actuar", reflexionó.
"Mi mamá está muy orgullosa de mí y me lo dice siempre. Personalmente, más allá de que sea mi madre, me entiende muchísimo y compartir esto con alguien que me conoce tanto es un honor. Ya con mirarnos nos entendemos y es muy especial para mí compartir este trabajo con ella", se emocionó Galo.
¿Cómo le llegó la propuesta de sumarse a Tijeras salvajes? "Le propusieron a mamá, luego surgió mi nombre y aunque mi personaje es pequeño, me lo dijeron y a los días fui a la casa de Manuel González Gil, el director, y nos llevamos tan bien que a todos nos cerró la idea de que participe de la obra", sostuvo.
En lo personal, Galo vive con sus padres: Andrea Politti y Fernando Hagelstrom, que es músico y toca el saxo. "A mí también me gusta la música, toco la guitarra y hago canto. Como nombre artístico corté mi apellido porque es más fácil de pronunciar o recordar", cerró.