Dicen que las redes sociales muestran la verdadera cara del usuario. Lo que allí muestra es su fiel reflejo. Si nos enfocamos en Alex Caniggia, suele ostentar los autos lujos que le prestan y hasta posa muchos fajos de dinero, como lo hizo hace una semana. Justamente, ese posteo, recibió un mensaje de un merendero, que le pidió si no quería ser el padrino, colaborar con los chicos que allí asisten, ya que están tratando de armar una caja de Navidad para cada uno.
A tan solo días de eso, tanto Alex como su pareja, Melody Luz, sorprendieron al armar una feria americana y esto generó opiniones de todo tipo. Sobre todo, porque a lo ya dicho hay que sumarle el ataque a L-Gante, que lo trató de no pertenecer a la alta sociedad como él y que come mortadela, entre otras cosas. Los seguidores no se olvidaron de eso.
¿De qué se trata? Melody puso en venta prendas de los dos. También zapatos, zapatillas y hasta botines de fútbol. Los precios van desde 2 mil hasta los 100 mil pesos. “Alex y yo tenemos ropa para vender. Es por no usarla o porque no nos queda, pero está todo en perfecto estado”, contó la bailarina.
Los comentarios estuvieron ligados a por qué no donan todo eso teniendo en cuenta la necesidad que hay. Técnicamente, si Caniggia tiene tanto dinero como dice, regala todo lo que no usa, hace una renovación, va a los locales de sus marcas importadas preferidas, compra, y listo. Cualquier persona adinera hace eso.
Para colmo, la explicación que dio Melody para atajarse, no hizo más que generar más revuelo: “No la donamos, no la regamos porque específicamente es ropa de marca, que está en muy buen estado y queremos que le den el valor que nosotros le damos. Nosotros solemos regalar un montón de ropa, solo que no lo subimos a redes. Comprarán los que tengan la oportunidad”.
La manera de la que habló de un pedazo de tela, aduciendo que es solamente para un público determinado y no para las personas de bajo recurso, no hizo más que encender y avivar más el fuego de la indignación. Todos le hicieron saber el doble discurso. Sobre todo a la bailarina, que siempre se jactó de venir de abajo, pero ahora cambió.