Silvina Escudero vive momentos de mucho nerviosismo porque se avecina una fecha más que especial: la boda con Federico. Si bien es verdad que ya se casó a fines de agosto, eso fue tan sólo el civil y ni siquiera hubo fiesta, apenas una reunión con la familia y amigos cercanos, y no mucho más.
La entrada al altar, el sí ante Dios, y la fiesta posterior será el 8 de diciembre. Está trabajando en eso, en definir la lista de invitados que, por ahora, tiene 250 nombres. Le cuesta afinar el lápiz y no puede frenar. Todo esto la tiene algo alterada y nerviosa. Para colmo, lo que vivió en las últimas horas, no la ayuda para nada.
Escudero vivió un accidente que apenas le dejó una marca pero que, según explicó, podría haber pasado a mayores. Estaba en su casa con un amigo y, de repente, se le vino el maquillador encima. “Yo tenía las piernas levantadas en la silla, esto era todo lleno de vidrios y espejos”, comenzó explicando.
“Menos mal que no había ningún animal. Y como yo tenía las piernas cruzadas solo me pasó esto, si hubiese estado sentada, me cortaba las piernas a la mitad”, agregó y mostró una foto en la que se puede ver la marca y el raspón que le quedó cerca de la rodilla.
En otra postal mostró el maquillador en el piso, luego de haber juntado las astillas de vidrio por todo el salón. Ahora, se viene la otra parte dolorosa: restaurarlo. Tendrá que conseguir un canje o bien poner un buen dinero para que el nuevo maquillador quede bien sostenido y no se le venga abajo nuevamente.