“Yo tuve muchas discusiones con él y renuncié a mi cargo en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata por él y todavía guardo las palabras de la renuncia, pero quiero ser justo. Quiero decir que cuando pasó el tiempo me encontré con una persona leal y amiga. Y que le puso a ese festival todo. Era un leal seguidor de Menem y le respondió a Menem siempre. Yo no coincidía con él, pero hoy sería una mala persona si no lo reconociera. Y él, que era el organizador del Festival de Cosquín y de Mar del Plata, murió solo. Con el tiempo me di cuenta que era muy buen amigo de sus amigos”.
El gran director de teatro, cine y televisión, Oscar Barney Finn, estuvo mano a mano con Karim González en el programa radial Sola en los bares y habló, como nunca, de la rispidez que tenía con Julio Márbiz, relación que se pudo recomponer poco antes de que el histórico conductor del Festival de Cosquín, falleciera. Barney Finn está promoviendo “Mármol”, la obra que dirige los jueves a las 20 en El Tinglado. “Era un hombre muy verticalista y entonces era difícil estar y convivir, pero creo que en el fondo era un hombre de buenos sentimientos. Lo recuerdo bastante”, concluyó respecto a Márbiz.
En la entrevista realizada a través del ciclo de los miércoles a las 17 por Radio Conexión Abierta, Barney Finn, también se refirió a las pocas posibilidades de trabajo que se le brindan sin que él golpee la puerta. “No ocurre que me convoquen. A veces ser exigente, tener ideas y saber por dónde andar te genera más enemigos que amigos… es muy difícil escuchar a personas que tienen experiencia y saben qué hacer… Yo tengo 84 años y estoy batallando. No me asusta eso mientras me pueda bancar a mí mismo, pero cuando he tenido mis buenos momentos los he disfrutado mucho”, sostuvo el realizador y guionista de extensa trayectoria en cine y teatro que siente que, hoy por hoy, los teatros oficiales le dan la espalda. “Después vino mucha gente a los teatros Cervantes o al San Martín que no tenía ni idea de donde estaba parada. Yo he crecido y me he instruido teatralmente viendo mucho teatro San Martín, pero después Kive Staiff, (su director más emblemático), vino al San Martín gente nefasta, no voy a mentir. A mí no se me caen los anillos por pedir una entrevista de trabajo. SÍ tengo malos momentos. A veces llego a la conclusión de que es mejor callarse y otras no me callo”, confesó ante la pregunta de quién se apoya y quién lo acompaña en la vida.
“Me gusta estar en casa y escuchar una buena música, salgo a caminar. Lo que uno aprende a esta altura de la vida es que ha perdido muchos amigos. Los que llamabas a mitad de la noche se han perdido. No te voy a decir que estoy solo, más con la actividad que tengo, tengo muchos amigos. ¡Pero eso no quita que a mitad de la noche esté solo! Por eso tenés que estar fortalecido por dentro”, contó.
¿Cuánto más éxito más soledad, como se dice ya que los contactos son más efímeros? “Es así. Vos podes estar viviendo una noche de éxito, de salir del teatro y que te alienten, pero después hay otra cosa que la disfrutas vos, que queda en soledad”, respondió sin dudar Oscar Barney Finn.