Hace ya dos años que la vida de Jorge Rial se llenó de cambios, de cierres y despedidas. El año pasado inició el quiebre con su despedida de Intrusos tras 20 años de éxito. Siguió con el debut de 'Cosa Nostra', un programa que fracasó y se levantó apenas un mes después de su debut y desde ahí, idas y vueltas.
Pero en el plano personal, también hubo cambios muy profundos. El más importante tuvo que ver con la separación y posterior divorcio de Romina Pereiro, la mudanza a un departamento de soltero, el distanciamiento parcial de las nenas de su ex y otras cuestiones que afectaron su ánimo.
Todo esto fue parte de un proceso de crecimiento que Rial creyó que era imposible vivir a sus 60 años y el hecho de comprender que el verdadero gran amor, estaba en su vida y se llamaba Francesco. "Hay gente que hoy está cerca mío que me contiene y me quiere. Algunos los conocí hace poco y todos nos permitimos la capacidad del asombro, de descubrirnos. Pero hay un amor inalterable: mi nieto. Un amor único e irrepetible. Vida, estamos en paz".
"Llega a su fin un año difícil, cambiante pero lleno de emociones. De descubrir que se puede seguir aprendiendo pasado los 60 años. Que uno no está hecho sino que es un largo camino de construcción permanente. Que la vida te va dando oportunidades y esta en vos aprovecharlas. Que cuando llegas al fondo y rebotás, lo que viene siempre es mejor. Como nadie tiene la fórmula exacta de la felicidad puedo decir que lo soy".