Lo de Wanda Nara y Mauro Icardi ya parece una novela turca. Suma capítulos semana a semana y cada uno de ellos es más atrapante. A esta altura, avizorar como va a terminar esta relación parece una quimera. Ni ellos tienen la respuesta. Lo que sí está claro es que Wanda se quiere separar y que Mauro va a usar todas las armas que tiene en su poder para que eso no suceda.
Sucede que días atrás Nara llegó a Argentina por compromisos laborales y en su arribo confirmó el distanciamiento. Lo intentaron, cuando ella volvió a Turquía, que continuó con las vacaciones en Maldivas, para intentar barajar y dar de nuevo. Pero no. Algo se rompió y parece que ya no tiene arreglo, salvo que el futbolista logre lo que vino a hacer.
Sí, ante el panorama y sabiendo que está perdiendo, armó la valijas, agarró a los chicos, y voló a Buenos Aires. Llegó hace apenas unas horas, con los cinco hijos de Wanda: Valentino, Constantino, Benedicto y las nenas que tienen en común: Isabella y Francesca. Incluso, como esto lo decidió a último momento y no tenía con quién dejar al perro, también lo subió al avión.
Tras una escala en Frankfurt, cerca del mediodía de este sábado 3 llegaron al aeropuerto de Ezeiza. La cuenta @mundofamososok pudo registrar el arribo. Para la mayor de las Nara no fue una sorpresa, horas antes de salir el delantero le avisó de su decisión. Lo que trascendió es que no habría sido algo planeado, no fue lo que quiso ella, pero no lo pudo frenar.
La empresaria le dijo a su círculo íntimo que está separada, que ya lo intentó y que no lo lograron. Que no tiene sentido volver a insistir. El que no entiende esto es él, que vino para reconquistarla. Habrá que ver cómo transcurren estos días, pero el panorama no es el mejor.
Ella está muy enojada por las reacciones de Icardi en redes sociales. Él contó de sus ganas de tener un hijo. Es más, dijo que lo estaban buscando y que soñaba con volver embarazados. Todo eso lo filtró Mauro y esto fue la gota que rebalsó el vaso.