A pesar del carácter mediático que han tenido su padre, el ex presidente argentino Carlos Menem, y su mamá, la ex modelo chilena Cecilia Bolocco, Máximo Menem ha tenido una vida tranquila y alejada de las cámaras.
De hecho, muy poco se supo de él hasta que, en 2018, debió ser operado de un tumor cerebral. Afortunadamente, tras la intervención quirúrgica y luego de hacer un tratamiento, el joven ya se encuentra recuperado.
“No me acuerdo tanto. Me sentía mal y mi mamá me mandó a la clínica (…) jamás pensé que me iba a morir. Nunca, nunca, nunca, nunca. Yo siempre supe que iba a estar bien (…) Además, mi mamá estaba demasiado tranquila o así me lo hizo sentir”, contó en diálogo con la revista chilena Velvet.
El delicado cuadro de salud de Máximo hizo que el ex presidente (fallecido el año pasado) cruzara la cordillera para ir a visitarlo. “Me acuerdo haberme despertado y verlo sentado ahí. Me acuerdo de la imagen, pero no dimensioné nada más. Eso sí, sentí rabia de saber que había venido Zulemita (su media hermana), cuando ella siempre me había hecho la vida imposible. Verla llorar en televisión, eso me ofuscó”, comentó molesto.
Con respecto a la compleja relación que mantuvo con Carlos Menem, el joven continuó: “Era muy difícil contactarse con él. Era largo, al final llamábamos a uno de sus custodios, pero se hacía difícil. Nunca pude estar solo con él (cuando vino a la Argentina en 2018). Él tampoco hablaba mucho, estaba viejo. No tengo muchos recuerdos de él, porque tampoco lo conocí mucho. Es que además tenía que pasar por la Zulemita, para llegar a hablar con él”.
Luego de esto, Máximo explicó que, al no tener un gran vínculo con su padre, tuvo que tomar como referencia a otras figuras paternas: "Cuando era chico veía a mis primos jugar con sus papás y me preguntaba por qué yo no tenía al mío, pero después uno crece. Creo que mis máximos referentes de papá son Pepo (Daire, pareja de Cecilia) y Gonzalo Cisternas, el papá de los 2 hijos mayores de la Diana (su tía). Pero de mi papá no sé mucho”.
Finalmente, a pesar de no haber tenido una relación estrecha con su padre, el joven aseguró que guarda un buen recuerdo de su último encuentro, que se dio poco antes de su fallecimiento. “Fue la única vez que pude estar solo con él. Me acuerdo que le agarré la mano y le hablé una hora sin parar. Y sé que me estaba escuchando, porque en ciertas partes el monitor se alteraba”, recordó.
“No lo conocí mucho, pero dicen que heredé lo encantador que dicen que soy. Me gustaría descubrir cómo fue mi papá y por qué fue tan encantador como dicen que era”, concluyó Máximo con anhelo.
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