En un verano en el que brilla sobre el escenario de la transgresora obra que José María Muscari llevó al Teatro Melos de Villa Carlos Paz, Adabel Guerrero decretó dejar atrás los prejuicios y animarse a vivir en libertad, sin andar pensando qué puedan decir los demás.
Si bien baila como los dioses y físicamente está mejor que nunca (según contó, hizo un click después de la maternidad y logró sentirse más sensual que nunca), Guerrero también se formó durante largos años para cantar. Y lo hace muy bien pero estaba traumada por un episodio puntual y había decidido no cantar más.
En una charla a fondo con Pronto, Ada reveló por qué estaba traumada con el canto y cómo logró superarlo. "Me encanta poder hacer algo totalmente diferente a todo lo que se ha visto en Carlos Paz y por eso amo formar parte de esta obra. Tengo unos compañeros adorables y me encanta la obra así que estoy pasando una temporada re linda. Aparte, después de mucho tiempo volví a cantar. Pensé que no lo iba a hacer más y le di una oportunidad al canto".
-¿Por qué no querías cantar?
-Después del Cantando por un sueño no quedé muy conforme pero decidí romper mis miedos y darme una nueva oportunidad. En el show canto un tema que me encanta y reconozco que me costó un montón romper con esa cosa de que había decretado que no iba a cantar más. Mis compañeros de esta obra me re apoyaron, sobre todo Diego Ramos y Tripa cuando estábamos en Buenos Aires, me puse las pilas y me volví a animar. Estoy pasando una temporada divina.
-¿Temporada número?
-Ufff… ¡ya perdí la cuenta! Debuté en teatro comercial en 2005 en porque antes venía haciendo danza clásica. En 2005 debuté en Mar del Plata y después fui alternando con Villa Carlos Paz un año en cada plaza teatral, salvo alguna vez que me quedé trabajando en Buenos Aires. Hace como 15 años que hago temporada, ¡un montón!
-¿Lo disfrutás?
-Sí. Un poco se reniega porque tenés que dejar por tres meses tu casa para mudarte a otra ciudad en la que no siempre tenés las mismas comodidades pero sabemos que es así y tratamos de adaptarnos lo mejor que podemos. Lo lindo es que en verano podemos conectar como familia desde otro lugar. Martín al tomarse unos días en el trabajo y poder venirse unos días libre con nosotras, hace que compartamos muchas cosas que en el invierno es más difícil porque Lola va al jardín y nosotros trabajamos todo el día. Entonces, nos vemos solamente la noche o los domingos por la tarde; pero acá estamos todo el día juntos y lo súper disfrutamos.
La entrevista completa con Adabel Guerrero está en la edición digital de febrero de revista Pronto, que se puede descargar y leer de manera gratuita haciendo click en este enlace