ENTREVISTA ÍNTIMA

La confesión de Adabel Guerrero: "Con Lola cumplí la cuota de maternidad y no voy a tener otro hijo"

La bailarina, que es mamá de una niña de 3 años con su pareja Martín Lamela, tomó la firme decisión de no agrandar la familia. El motivo detrás de su declaración.

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A los 43 años, Adabel Guerrero (43) brilla en su mejor momento personal y profesional. En pareja con Martín Lamela hace ya 14 años y mamá orgullosa de Lola (3), la bailarina deslumbra cada noche en el Teatro Melos de Villa Carlos Paz con su lomazo en la transgresora obra de José María Muscari en la que Ada comparte elenco con Diego Ramos, Viviana Saccone, Noelia Marzol, Lucas Velasco, Tyago Griffo, Jony Lazarte y Tito Díaz.

Por la noche se mete en el personaje de femme fatale y de día disfruta de la tranquilidad de las sierras junto a su marido y su hija. “Como sucede cada temporada, hacer teatro en verano me sirve para cortar el año y más en una ciudad preciosa como Carlos Paz, que tiene de todo: las montañas, el lago, los ríos. Lo lindo es que me puedo venir con mi familia, pasamos todo el día juntos los tres y en breve van a venir a visitarnos los hijos de Martín", confió.

"¿Sabés qué me gusta también de hacer temporada? Que me encuentro con amigos y colegas del medio; es una gran oportunidad para reencontrarte al menos una vez al año con casi todos tus colegas y amigos de la profesión”, comentó Adabel a Pronto en una entrevista íntima, que es la portada de la edición digital de Pronto de febrero (y que se puede descargar de manera gratuita haciendo click en este link)

-¿Cómo está tu hija?

-¡Enorme! En abril va a cumplir cuatro años. Es hermosa, un avión y me sorprende día a día. Me enamoro cada día más de mi hija. Viene conmigo al teatro pero cuando arranca el show, se va con su papá y vuelven recién en el saludo final. Eso lo puede ver pero no quiero que vea el show completo. No soy pacata y siento que esta generación viene muy adelantada y nos va a pasar el trapo diez veces, pero prefiero que no lo vea porque es muy chica. La obra es para mayores de 16 años y no quiero que tan pronto nos pregunte por temas que no condicen con su edad.

-¿La pregunta incómoda llegó: “Mami, quiero un hermanito”?

-No, ¿sabés que no? Nunca lo cuestiona porque como ella ya tiene hermanos más grandes por parte de Martín, no es un tema que tenga presente. Si delante de Lola me preguntan si le quiero dar un hermanito y yo respondo que no, no es que después ella viene y me consulta. Está feliz así, es la mimada de toda la familia y se siente chocha.

-¿Con ella cumpliste tu cuota de maternidad y cerraste la fábrica?

-Siento que con Lola estoy feliz y completa. Es lo que siempre soñé y no necesito nada más. Te juro que no necesito otro hijo. Perdón, no siento que sea una necesidad sino que traer un hijo al mundo es un acto de amor pero no tengo el deseo de tener otro. Así estamos bárbaros. Aparte Martín ya tiene sus tres hijos varones, con Lola llegó la nena y ya estamos bien así. Siempre soñé con tener una nena y quería que martín viviera la experiencia de ser papá de una nena, ¡y Lola lo lleva de las narices para todos lados! Me siento plena así.

-¿Cómo es tu vínculo con los hijos de tu pareja?

-Divino. Los chicos son lo más y la idea es que nos vengan a visitar en breve. Ya los extraño, Martín va a volver unos días a Buenos Aires a trabajar y cuando regrese, va a venir con los chicos. El más grande, Juanchi, tiene 21; Thiago tiene 18 y Valentino, 14.