Una separación puede generar secuelas, indefectiblemente. Fundamentalmente cuando a la hora de concretarse obliga a dejar a atrás un capítulo extenso, un largo tiempo de amor. Anímicamente, es prácticamente imposible pasar por alto una ruptura sin padecer las consecuencias. Posiblemente por eso, Débora Bello, quien viene de un adiós casi reciente con Diego Torres tras 17 años de relación, y una hija, Nina, como el fruto más importante, ha decidido encarar una nueva vida.
La modelo, que hace rato se encuentra radicada en Miami, donde vivió con el cantante el tramo más significativo del vínculo que sostuvieron, se refugia en la pequeña de 9 años para ir superando el distanciamiento. Y no solamente en tardes de jardín, charlas sensatas y paseos a la escuela. También lo hace a la hora de la diversión.
En esos momentos en los que la única y absoluta prioridad apunta a entretenerse y pasarla bien. Lejos de Diego Torres, no en el plano familiar pero sí en lo referido al aspecto conyugal, Débora asistió con Nina a ver nada menos que un partido de la NBA. Puntualmente, al imponente estadio FTX Arena, donde los Miami Heat enfrentaron a los Houston Rocket.
Tanto tiempo viviendo en Estados Unidos que ambas parecen haberse vuelto fanas del básquet yanqui, que tiene a la liga más prestigiosa, competitiva y promocionada. Además, claro, de las traviesas mascotas que suben a las gradas y a veces hasta piden besos en vivo a los novios presentes entre los espectadores o les vuelcan las papas fritas y la gaseosa.
De las cuales, la propia modelo, confesó ser su fan. "Volvimos", escribió la modelo en su historia de instagram, con una vista panorámica espectacular del estadio. En ese escenario de esparcimiento, Débora halló un momento con Nina para sonreír. Distraerse y claro, pensar lo menos posible que lo que le ha tocado vivir a fines de 2021.