TRISTEZA

Murió Gerardo Rozín: tenía 51 años

Al periodista le habían descubierto un tumor en la cabeza el año pasado, cuando se tuvo que alejar por un tiempo de la pantalla de Telefe.

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Luego de una larga lucha contra un tumor terminal que tenía alojado en la cabeza, el corazón de Gerardo Rozín dejó de latir este viernes 11. Tenía 51 años. Durante todo este tiempo  intentó no alejarse de su pasión por la televisión y los medios en general. Sin embargo, en los últimos días su salud se vio deteriorada.

La noticia fue confirmada por fuentes cercanas. Fue Sol Tomaselli, prensa de Telefe, la que dio la triste noticia: “Lamentamos informar que falleció nuestro querido Gerardo Rozín. Les pido respeto para su familia”.

Gerardo nació el 18 de junio de 1970 en Rosario. Fanático de Central, llevó los colores a todos lados. Respiraba fútbol y pasión por todo lo que hacía. Su inicio en el periodismo fue a los 12 años, haciendo radio. Sin querer, allí descubrió su camino, esa que desempeñó con endereza.

Gerardo Rozín con sus hijos, Pedro y Elena

En cuanto a su vida privada, su primera pareja fue Mariana Basualdo, con quien tuvo un hijo –Pedro de 18 años-. Se divorciaron y luego comenzó una relación con la periodista Carmela Bárbaro. Estuvieron casi 6 años juntos y se separaron en 2014, pero la relación de amistad siguió intacta. Con ella también fue papá, de Elena, de 7 años.

Gerardo Rozín y Carmela Bárbaro, el día de su casamiento (Foto: Archivo PRONTO)

Desde 2015 estaba en pareja con Eugenia Quibel, que era divorciada y tiene una hija, Emilia, de 11 años. Nunca tuvieron el plan de tener hijos juntos. Cuando le preguntamos ne una entrevista en Pronto si quería volver a ser padre, Rozín respondió: "No. Ya está. Quiero disfrutar todo lo que pueda de estos dos. Y que en veinte o treinta años venga un nieto".    

Rozín junto a Eugenia Quibel (foto, año 2015)

 

 

La producción también era su lugar en el mundo. Sin ir más lejos, fue el creador de Sábado Bus, el programa que llevó  adelante Nico Repetto. Él también tenía su espacio, con su clásico segmento La pregunta animal. Fue su marca registrada, que luego se transformó en un programa propio.

En 2016 se puso al frente de La peña de Morfi, y también logró transcender. Hoy el programa es una de los clásicos de la pantalla chica y seguirá siéndolo de por vida. Cada vez que se lo nombre, inmediatamente aparecerá su apellido detrás. Porque fue un hombre que le dio su vida a la profesión y será enaltecido por eso, por su bondad, y por esa manera única de desenvolverse ante la cámara. 

En diversas entrevistas realizadas con la Revista Pronto, Rozín habló fiel a su estilo auténtico y cordial de distintos temas.

Sobre su mamá: " Fue una pérdida muy complicada para mí (murió en 2008). Vivía en Rosario y estaba enferma de cáncer. Fue difícil porque su presencia era muy fuerte, éramos muy pegados. Exageradamente pegados, al punto de tener su comida casera en el freezer todo el tiempo. Mi programa en Radio América, Ganamos por abandono, es muy divertido pero siempre me tomo un tiempito para pensar y es muy raro que no esté ligado a aquel dolor fundamental. Ese dolor no se me pasa, aunque sí se va transformando en otras cosas. No estoy todos los días como si mi madre hubiese muerto ayer, pero tampoco estoy como si no se hubiera muerto¿Cuáles son los momentos en los que más la recuerdo? Soy más de preguntar que de contestar, es raro que hablemos esto. Lo jodido es que aparece en los momentos inesperados, y se la extraña en los llamaditos cotidianos, en la reunión familiar, en el día a día. Lo cotidiano rompe más los huevos que los temas trascendentes. Va por ahí la cosa. No sé si lo puedo contar, pero lo voy a hacer. Una vez, Sietecase me contó una situación que define esto mejor que nada. Reynaldo volvía de viaje con su familia de Brasil, la había pasado bárbaro, y cuando llegó no tenía a nadie a quién llamar para contarle que la había pasado bien. Es una boludez, porque su familia estaba a su lado, pero sus papás ya no. Crecer es un poco eso. (Revista Pronto, año 2014) 

 

Su admiración por Juan Carlos Mareco. "Soy fan de Juan Carlos Mareco. En su estilo había una manera popular y sofisticada extraordinaria. No tengo su talento, pero sí su intención. A Mareco no lo conocí, porque cuando hice la Pregunta animal no pudo venir por su estado de salud. A veces, siento que lo choreo de más. ¿Si tomo cosas de Mareco? No, directamente lo choreo. Hago cosas que reconozco eran muy suyas. Sin su talento, ojo, no me comparo en el talento. Tampoco lo lo hago apropósito, pero lo choreo. Llevo el tono tan en el corazón, que un día me di cuenta que lo estaba choreando. Lo único que me falta es señalar como él, pensé un día. Y tres días después, me di cuenta al aire que estaba señalando con el dedo igual. Son cosas que se me escapan. (revista Pronto, año 2014)

Su pasión por Rosario Central: "Soy de ir a la cancha y viajo todo lo que puedo. Llevo muchos años trabajando los sábados y eso me complica, pero cuando puedo viajo y voy a la cancha. Ahora no se permite hinchada visitante en los partidos, y estoy contento porque Central va a pocos puntos del puntero. Para nosotros, la esperanza ya es algo nuevo. Veníamos de años de estar en la B, con lo cual estamos felices y embarazados. ¿Cómo vivo los clásicos? Con una intensidad loquísima. Son mucho más intensos que un Boca-River. Está muy sensible la cosa en Rosario y ya no dejan hacer chistes en la cancha. Sí soy de llorar mucho, tanto si se pierde o si se gana un clásico. Me emociona mucho, y cuando nos fuimos a la B lloré dos horas seguidas sin parar."

Sobre su carrera y si había cumplido sus objetivos: "Veinte veces más de lo esperado. Cuando entré a un diario laburando en blanco, tenía 19 años. Y mi plan en la vida era ese. Afortunadamente frui creciendo, las cosas me fueron bien. A los 14 años trabajé en un canal de Rosario, en un programa infantil, ordenando los dibujitos que mandaban los chicos. Y a los 15 años fui parte de la producción de El corrupto, una miniserie de Hugo Moser que protagonizaban Carlin Calvo y Guillermo Francella. A Francella lo engripé tres días porque tenía que producir una ducha para él, y era agua helada, en pleno julio. Se pegó una gripe tremenda. Después lo entrevisté pero nunca se lo dije así que no se si se acuerda. Otra vez tenia que armar una bolsa que tenía que hundirse, porque ahí estaba el motín, en el final de la miniserie. Y la bolsa no se hundía... Claro, yo le había metido madera adentro y no sabía que flotaba. Obviamente me hice cargo." (Revista Pronto, año 2017) 

Sobre la relación con las madres de sus hijos: "Con Mariana y Carmela tenemos muy buena onda. Somos toda gente que queremos a nuestros hijos; son la prioridad. Ellos viven con sus madres pero tengo mucha relación cotidiana. Que tengas un
fracaso amoroso no significa que te borres como padre. Afortunadamente, disfruto mucho a mis hijos, tenemos una linda vida cotidiana, los llevo al colegio, tengo libre acceso a ellos. " (Revista Pronto 2015)

Sobre que era sordo de un oído: "Yo era extremadamente flaco, pero tuve que tomar una medicación durante mucho
tiempo que me cambió el metabolismo. Yo soy sordo de un oído y para evitar perder el otro tuve que tomar esa medicación
sí o sí. Por eso siempre tengo que estar del mismo lado, el invitado siempre tiene que estar del lado que escucho bien. Tengo que oír bien lo que dicen porque si no, no puedo meter un chiste, una repregunta. Yo vivo la vida en mono, no tengo estéreo. Naturalmente, cuando hablo con alguien, pongo de ese lado el oído bueno. Se llama hipoacusia autoinmune. Es tu propio organismo el que la crea. Una mezcla de alergia, pico de estrés. Lo tuve mientras trabajaba en la redacción de Perfil, justito antes de que cerrara. Pasé mucho estrés, no le echo la culpa al diario, yo lo vivía así". (Revista Pronto , año 2013).