A punto de terminar con la temporada de verano en Carlos Paz, donde formó parte de la comedia Mi mujer se llama Mauricio, con producción de Aldo Funes en el Teatro Candilejas 1, Matías Alé cierra el verano bien arriba y se prepara para regresar a Buenos Aires. Este año le esperan proyectos en radio y televisión, además de la posible gira por el interior del país con la comedia que hizo en la villa serrana.
También tendrá que visitar a su médico personal, quien controla la salud del actor desde hace varios años, en especial después del brote psicótico que sufrió en 2015 y del que puso recuperarse. Respecto a su salud, el actor le confió a Pronto: "Estoy muy bien, gracias a Dios. Hace más de seis años que no tengo ningún episodio, tengo a mi médico que lo voy a ver cada 40 días y ahora cuando vuelva a Buenos Aires tendré mi entrevista con él".
¿Cómo es su tratamiento actual? Alé lo relató así: "Compro la medicación que me dejó, que es una sola pastilla al día para mantenerme nivelado y tengo el apoyo fundamental de mi familia. Me siento muy bien y todos están muy contentos con mi presente, siempre acompañado por mi familia y por profesionales. Ya quedó atrás todo eso".
Hace un tiempo, Matías estuvo distanciado de su mamá, Helena, pero por suerte pudieron remediar el vínculo y hoy son inseparables. Sobre este tema, el comediante explicó: "Estuve distanciado de mi madre y no me voy a cansar de pedirle perdón. Tenemos un vínculo hermoso y si no hubiese sido por ella, no habría salido jamás. Se me hubiese hecho muy difícil".
"Mi mamá me ayudó, me acompañó, me llevaba a los médicos, me daba la medicación y estaba pendiente de mí. Los primeros cuatro meses de la pandemia estuve en su casa y me preparaba rico de comer. No sé si hubiera salido si no hubiese estado mi vieja al lado mío. Es la persona más importante de mi vida, sin dudas", cerró, emocionado.