Rolando Graña vivió una situación que, aunque parezca mentira, sucede asiduamente. ¿Quién no se quedó en alguna oportunidad afuera de su casa por olvidarse las llaves dentro del domicilio? Al periodista le pasó, estuvo todo el día afuera, y se dio cuenta recién cuando llegó al edificio, ya de noche.
El tema fue que su pareja, Giselle Kruger, no estaba, porque había salido a comer. Sin embargo, Graña la espero, eran un par de horas nada más, pero lo peor pasó cuando ella llegó y tampoco tenía como entrar, porque también se las había olvidado. Eso generó un gran drama de difícil resolución.
Tuvieron que llamar a un cerrajero a la medianoche, con todo lo que eso significa. Primero porque no es sencillo encontrar uno y, segundo, porque el que va se aprovecha de la situación y hasta triplica la tarifa por el favor. Más allá de todo esto, llamaron y esperaron. Fue tan la demora que Rolando se quedó dormido en el sillón.
La situación fue tan desopilante que Kruger se aprovechó y no dudó en subir todo a sus redes sociales, a sus historias de Instagram. “12 de la noche. Nos olvidamos las llaves. Esperando al cerrajero que cuando vea quien se quedó afuera…”, comenzó y agregó: “Rolo se durmió esperando al cerrajero”.
Luego de la espera llegó el cerrajero y logró abrir la puerta. Esto no solo despertó al periodista de América, sino que hasta se tuvo que preparar para la foto. Claro, el hombre cuando vio a quien fue a auxiliar no dudó en pedirle una selfie. La productora aclaró que no fue canje y que incluso tuvieron que desembolsar 4500 pesos.