Gloria Carrá está en un gran momento profesional ya que protagoniza la obra Las irresponsables, junto a Paola Krum y Julieta Díaz en el Teatro Astros, y además trabajó en Recuerdo de amparo, la polémica pieza que muestra la historia de una mujer acusada de matar a su propia hija.
Consultada por ese tema puntual en el programa radial Detrás de escena, por AM 540, la actriz confió: "Fue muy fuerte hacer Recurso de amparo porque habla del juicio imaginario que le hace una hija a la madre porque su hermana murió por una enfermedad y ella siente que fue por los malos tratos que sufrieron en la infancia. Tuve una relación difícil con mi mamá, reviví muchas cosas y también exorcicé muchas otras".
"Estuve muy intenso para mí pero me gustó mucho hacerlo. Me tuve que bajar porque no iba a poder con todo y se quedó en ese lugar Laura Oliva, que es la autora. Es su historia", agregó Gloria. Daniel Gómez Rinaldi le consultó si pudo superar la relación con su mamá, y la artista respondió: "No sé si superar... Hay cosas que uno sigue trabajando y las ve desde diferentes enfoques. No sé si esas cosas se superan, se aceptan".
Respecto a su relación con Ángela Torres, su hija, contó: "Una va aprendiendo constantemente a ser madre y no es que te las sabés todas y hacés todo bien. Uno va aprendiendo en la marcha. Fui madre a los 27 años de Ángela, a los 38 de Amelia y fui una mamá muy distinta con Amelia que con Ángela. Esto no quiere decir que haya sido mala madre con Angela, fue diferente".
Luego la actriz ahondó sobre cómo fue la crianza de Angela, su primera hija, fruto de su relación con Marcelo Torres, hermano del cantante Diego Torres. "Cuando fui mamá de Ángela, trabajaba mucho y era el único sostén. La única, yo sola. Al revés de lo que toda la gente cree porque dice: ´Bueno, pero es hija de Torres...´. No, yo estaba separada y jamás conté con él económicamente para nada. Seguí trabajando como siempre y estando sola con una nena fue más difícil. Tengo en claro que las veces que faltaba era porque estaba trabajando y Angela lo sabe también", sostuvo.
"La cosa es cuando vos tenés que trabajar para vivir y comer. Si estás en otra situación es distinto por más de que siempre está muy mal que el padre no aporte. En mi caso con Angela me sentí sola y realmente estábamos sola. No pasamos hambre pero sí llegué al extremo de estar justa y de tener que pedirle plata a un amigo", reveló a Detrás de escena.
"Por suerte tuve bastante continuidad laboral pero nuestro trabajo es muy intermitente. A veces pasás épocas sin trabajar y hay momentos en los que no te salen los trabajos. A Angela la tuve en 1998, estaba haciendo La nocturna y me la llevaba al camarín para darle la teta. Angela era bebita bebita y la llevaba conmigo al trabajo", cerró.