UN DOLOR QUE NO CESA

La profunda angustia de Belén Pouchan: "Todos los días lloro un poquito"

La acróbata y bailarina está instalada en los Emiratos Arabes y desde allí abrió su corazón y le relató a Pronto el momento súper especial que lo toca atravesar.

Por
Escrito en ESPECTÁCULOS el

Tenía la vida ordenada y le iba muy bien profesionalmente pero de un día para el otro, Belén Pouchan tomó la decisión de irse del país y lo concretó. La acróbata y bailarina que alcanzó la popularidad en la pista de ShowMatch y que brilló en Stravaganza junto a Flavio Mendoza, armó las valijas y se fue a vivir a los Emiratos Árabes hace ya dos años y medio.

"Me fui por varios motivos. En el momento, simplemente seguí el instinto y luego fui entendiendo qué era ese instinto. Necesitaba descubrirme un poco más y conocerme porque tenía tanto estímulo en la Argentina y me la pasaba rodeada de tanta gente, que no podía nunca estar sola. Yo misma no me permitía estar sola. Necesité venirme al otro lado del mundo para tener ese espacio. Suena bastante loco pero fue eso lo que me pasó", contó Belén a Pronto respecto a por qué se fue del país en 2019.

-¿Por qué a Dubai?

-Eso fue casualidad. Hace recién dos semanas, una chica me preguntó por qué había venido a Dubai y me comentó: “Te viniste directo al lugar donde está la plata”. Yo nunca lo había pensado así pero si lo razono, es real lo que me dijo: es donde se cobran los sueldos casi más altos del mundo y donde hay mucha riqueza material. Nunca lo había pensado desde ese lado. Mandé CV y videos míos para todos lados con mi material como acróbata para trabajar en shows y mi idea era mudarme a Europa. Las opciones eran Francia o España; estaba empecinada con eso.

-¿Y qué pasó en el medio?

-Me escribió una chica de Estonia, que se llama Tele y ahora es mi jefa y amiga, te diría que prácticamente familia, y me dijo que estaba en una compañía italiana a punto de llevar un show a Dubai. “Necesitamos justo una chica que haga lo que hacés vos”, me comentó. “Si podés venirte en tres semanas, te esperamos”, remató. Fue muy sorpresivo, se dio de un momento para el otro y Dubai terminó siendo una casualidad porque jamás lo busqué. Es más, jamás hubiese venido a los Emiratos Árabes. Con el tiempo recién fui entendiendo que tenía que estar acá pero al principio no entendía nada y no me gustaba.

-¿Qué te pasó cuando llegaste? ¿Fue muy fuerte el choque cultural?

-Sinceramente, lo odiaba a Dubai y me quería ir ya. Lo detestaba y la pasé mal al principio porque lo sentía muy superficial. Después descubrí el lado B, que me terminó atrapando. Pero lo primero que vi fue la religión y si bien soy atea, creo en la meditación y las energías sin ser religiosa. No practico una religión y ver a las mujeres cubiertas me hinchaba y no me gustaba. Tampoco me gustaba la gente y la primera impresión que tuve fue como que era todo de plástico y artificial. Todo es súper lujoso pero sentía que estaba en una ciudad sin alma.

-¿Sin alma?

-Sí. La ciudad es increíble pero no tiene alma, ¿y qué hacés con algo que no tiene alma? No podés hacer nada y por más de que sea hermoso, no sirve porque no tiene alma. Eso me pasaba y con el tiempo empecé a entender por qué estaba acá. Conocí un lado B y me fui chocando con gente re copada. Ahora me rodeo de personas que me hacen bien y a diferencia de Argentina, acá tengo mucho tiempo para estar sola.

Si bien hoy está súper instalada en los Emiratos Arabes, la artista sigue extrañando la Argentina. Y así se lo relató a Pronto, con las emociones a flor de piel. "No bien llegué, al toque se decretó la pandemia y no la pasé bien porque en un momento no tenía nada: ni fama, ni plata ni trabajo ni amigos. Estaba en una habitación de un hotel encerrada y triste; así durante seis meses. Siento que fue lo peor y lo mejor que me pasó. Gracias a Dios tengo mucha fuerza de voluntad y al estar tan mal, me saqué todo de encima y ordené mi vida. Lloré todo lo que tenía que llorar y ahí fue cuando dije basta de tapar", sostuvo.

-¿Sin trabajo y sin un peso quedaste?

-No sé si sin un peso porque tenía ahorros. Laburé toda mi vida, desde que tengo uso de razón trabajo y a los 7 años ya hacía de extra. Entonces, tenía ahorros pero no me daba ningún lujo. Y no salía porque no quería gastarme lo que había ahorrado. No soy una persona que tira la plata porque me cuesta y me esfuerzo mucho para conseguir lo que tengo. Tampoco me doy grandes lujos y mi vida es muy tranqui.

-Desde que te fuiste, ¿no volviste más a Buenos Aires?

-No y eso es re loco porque ya van más de dos años y medio. Mi idea es volver a visitar este año pero no voy a decir cuándo porque es sorpresa y no quiero que mi familia se entere antes. Extraño un montón y lloro casi todos los días. De repente, estoy muy bien pero a la vez me pongo un poco fría para no extrañar y focalizarme en lo que estoy haciendo. Igual cuando me pega el bajón y extraño a mis sobrinos, a mis hermanos y mis amigos, me aflojo y lloro.

 

La entrevista completa con Belén Pouchan está en la edición digital de mayo de revista Pronto y se puede descargar y leer de forma gratuita haciendo click en este link.