ENTREVISTA ÍNTIMA

Pedro Alfonso, a flor de piel: "Con Paula empecé a salir un año después de la muerte de mi mamá y ella la nombra como si la hubiese conocido"

El actor y productor, que está de gira por el país con la comedia Una noche en el hotel, brindó un mano a mano a Pronto donde habló de todo: su vuelta a los escenarios, su futuro en la tele, la historia de amor con Paula Chaves, las ganas de Olivia de actuar y detalló la intimidad familiar

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Tras un exitoso verano en Carlos Paz con Una noche en el hotel, Pedro Alfonso (42) emprendió la gira nacional con la comedia en la que comparte las tablas con Iliana Calabró, Pachu Peña, Rodrigo Noya, Sofía Macaggi, Julieta Bartolomé y Camilo Nicolás. Hacía cinco años que el actor y productor no salía de gira por la Argentina y está entusiasmado con la posibilidad de pisar distintos escenarios en un año que lo tendrá ocupado hasta agosto inclusive.

Con producción de DABOPE y dirección de Carlos Olivieri, la obra cuenta la historia de dos amigos que, ante la falta de trabajo, consiguen una entrevista laboral en las afueras de la ciudad pero su vieja camioneta sufre un desperfecto y los deja varados en la ruta. Buscando ayuda encuentran en el medio de la nada un gran hotel donde conocen a un torpe botones, quien debido a una confusión los aloja y ahí cambiarán sus vidas para siempre. “En medio de la travesía, conocerán a Amparo, una villana inescrupulosa que hará lo que sea necesario para lograr que Luz, única heredera y dueña del hotel, le venda el hotel a Gunther, un mafioso que quiere el terreno para construir un casino. Sucederá de todo esa noche y mi personaje pasará a ser Melody, la asistente de un hipnotizador que aporta más confusión a la historia y todos los personajes se verán involucrados en desopilantes conflictos”, cuenta Pedro en un mano a mano exclusivo con Pronto.

-Tu personaje en un punto cambia de nombre y pasa a ser Melody, lo cual genera un concepto inclusivo en el mensaje final.

-Lo pensé mucho y me gustó cómo quedó, siempre desde el humor que manejamos. Al principio el personaje tiene muchas críticas cuando le toca pasar a ocupar otro rol y todas esas críticas están muy pensadas. Mi personaje no quiere y se rehúsa a ser Melody, nombre que adquiere en medio de una confusión pero al final se mete de lleno con eso y es un humor muy fino pero bien analizado. Es ficticio y estuvo todo tratado desde la inclusión, con todo bien pensado y nada librado al azar más allá de que la obra es una gran comedia, con enredos, sketches y situaciones divertidas que hacen reír pero que también te dejan reflexionando.

-¿Cómo va la gira?

-Muy bien. Arrancamos en Santiago del Estero. El grupo y la comedia están muy bien y estamos muy contentos con todo lo que está pasando arriba y abajo del escenario. Con muchas ganas de recorrer el país: los últimos fines de semana nos tocó Ituzaingó, Zárate y gran Buenos Aires y también ya pasamos por Gualeguaychú, Paraná, Santa Fe, Concordia, luego iremos a San Juan, Mendoza, San Rafael y Tunuyán, después Tucumán, Salta y Jujuy. Así hasta agosto; va a estar lindo.

-¿Van afuera también?

-Seguramente vayamos a Uruguay, Montevideo y el interior, y ahí iremos terminando. Todavía falta mucho por delante. Hacía cinco años que no salía de gira y es hermoso cómo nos recibe la gente. Hace dos años teníamos toda la gira pautada pero empezó la pandemia y tuvimos que suspender todo. Me pasan dos cosas: por la parte humana me cuesta irme de mi casa y dejar a mi familia por varios días y básicamente a Paula sola con los tres chicos pero por otro lado, en lo laboral, lo disfruto mucho desde el viaje, el colectivo, llegar a las provincias, recorrer un poco. Siempre nos reciben muy bien y me gusta mucho recorrer la Argentina.

-¿No te cansa el colectivo?

-No. Le saco la parte positiva y me divierte. El primer viaje largo, que fue a Santiago del Estero, fue más viaje de egresado que otra cosa y estábamos todos contentos. Duermo un poco, charlamos, tomamos mate, jugamos a las cartas, a la play y hay de todo para hacer. La voy pasando bien y no es algo que padezco.

-Llevás 10 años actuando en Carlos Paz. ¿A qué atribuís tu amor con el público cordobés?

-La que pasó fue la temporada número 10 y giras creo que hicimos cinco o seis. Este amor con Carlos Paz se fue dando naturalmente: el primer año fuimos a ver qué pasaba y me di cuenta de que me gustaba Carlos Paz y también el teatro; fue todo al mismo tiempo. Todos los años que vamos es un placer. Si hubiéramos sabido que íbamos a ir diez años, tal vez nos comprábamos una casa o algo y nos instalábamos. Pero como nunca sabemos si vamos a volver, todos los años es como empezar de cero.

-¿Lo disfrutan?

-Muchísimo. A mí, a mis hijos y a mi familia en general nos gusta mucho ir a Carlos Paz y lo disfrutamos mucho. No es que me acompañan y hacen el esfuerzo para que yo esté bien: ellos la pasan bien de verdad, recorremos mucho, vamos al río y a lugares que nos encantan. También visitamos lugares nuevos que vamos conociendo año tras año. Siempre nos pasa lo mismo: cuando llegamos en diciembre y enero estamos más tranquilos y cuando pasan los días y nos vamos aburriendo, salimos de paseo. Vamos a los parques, recorremos y la pasamos muy bien.

-Olivia te acompaña al teatro y se aprende las obras.

-Sí y Baltazar también. Se aprenden la obra de memoria y cuando estamos en casa, a la tarde, nos representan la obra completa a nosotros. Se saben la letra de todos los personajes y las intenciones de lo que dicen, o cuando gritan. Es espectacular y lo vivo con mucha tranquilidad porque veo que les encanta acompañarme al teatro. No los incito, todo lo contrario, pero se ve que les gusta. A veces los freno y les digo: “Hoy no” porque me da cosa que estén ahí por los camarines. Todos son divinos y muy respetuosos pero todos los días en el teatro no porque está bueno descansar a veces de los niños.

-¿Entienden de qué va tu trabajo?

-Sí, ellos lo disfrutan muchísimo y entienden todo. Sobre todo Oli, que incluso hace observaciones muy precisas, como de productora. Antes de las funciones la veía hablando con Pachu Peña y después él me comentaba que Olivia le sugería decir tal o cual cosa en determinada parte de la obra. “Son cosas que encima están buenas”, me decía Pachu. Disfruto un montón al verlos felices en el teatro y que les guste el lugar en donde trabajo.

-Paula contó alguna vez que Olivia tiene decidido que quiere actuar y ser famosa.

-Sí, es muy graciosa. Estuvimos a punto de hacer una escenita que le había armado, la ensayamos y era una entradita corta, decía dos cosas y se iba. Pero como soy yo, eso tenía que ver con la historia, no es que entraba mi hija porque sí. Le había puesto humor y a último momento, veo a la productora con un cartel entre patas que decía: “No sale hoy”. Se ve que le agarró miedo y vergüenza. Lo que pasó fue que desde la buena intención, todos estábamos arengándola para que se luciera y eso le metió una presión sin querer que a ella la inhibió.

-¿Tuviste una charla con ella?

-Sí. Ese día tuvimos unas palabras muy lindas antes de salir a escena y como sabía la que se venía, traté de calmar las aguas. “Hoy es un día más, todos como si nada, tranquilos”, les decía para que Oli se sintiera parte del equipo y no se pusiera nerviosa ni sintiera ninguna presión. Quiero que se divierta y lo disfrute, no que lo tome como una obligación. Me pasa también cuando grabamos videos de Instagram: mi idea es que la pasen bien y se diviertan pero si se llegan a aburrir y ya no les gusta, ya está, no se hace nada. La idea es que lo disfruten.

-¿Al final no lo hizo?

-No. No salió ese día y después no insistí ni le dije mucho porque ya era entrado febrero y la temporada se estaba terminando. Ni siquiera fue una idea mía. Ella me dijo que quería actuar, que se imaginaba ahí y yo simplemente la ayudé. No es que le dije: “Me encantaría que aparezcas”. Cuando hicimos el ensayo con el micrófono y ella bajaba por la escalera, ¡era espectacular! Algún día, cuando ella se anime y quiera, lo hará. No hay problema ni presiones.

-¿No renegás de eso como papá? ¿Y si a futuro te pide dedicarse a la actuación?

-No, cero. No reniego. No hay presión y la idea es que haga lo que le guste. También puede pasar que ahora está re enganchada y después es todo lo contrario. No incito a eso y si bien viene al teatro y le gusta, ella tiene libertad de acción. El otro día, cuando nos presentamos en Lomas de Zamora, me dijo: “Yo voy a estar en la platea. Si a vos te gusta y tenés ganas, no te estreses, me llamás y yo subo a saludar”. ¡Es tremenda! Le encanta pero hay veces que no los presento aunque estén en la sala porque pasan otras cosas. “Vos tranquilo, si ves que da me llamás y yo voy, saludo…”, me tiró. Es una niña espectacular.

-Paula muestra siempre en sus historias de Instagram que antes de irte a la función dejás la toalla tirada en el piso.

-Bueno, eso siempre fue un problema y ahora ella lo está haciendo público. Creo que desde que empezamos hago eso y te juro que lo hago inconscientemente. Pero se ve que ahora se generó toda una revolución, incitada por Paula desde sus redes, y al final de la obra aparecen chicas y señoras con toallas y se me acercan y me dicen: “Levantá la toalla, Pedro”. Van con carteles al teatro y se generó toda una mafia tremenda, como una reeducación. Sí: no puedo defenderme mucho. Voy a decir la verdad: está mal lo que hago y a veces dejo la toalla tirada en donde me cambio pero ahora que me mandó a toda esta gente así tipo guerra, el orgullo me duele y me dan ganas de tirarle la toalla directamente en la cama.

-Uy, se va a armar.

-Y, sí, no me está gustando todo esto. Vienen al teatro con las toallas, me la revolean como si fueran la Sole Pastorutti, pero yo tan fácil no la voy a hacer. Es un TOC que tengo de chico, siempre fui bastante desordenado y aprendí y cambié mucho desde que estoy con Paula en pareja y viviendo en familia. Estoy mucho más ordenado pero realmente no me doy cuenta de lo que hago con la toalla. Se ve que ahí hay una traba para analizar en terapia. No sé qué será eso de la toalla tirada.

-¿Hacés terapia?

-Ahora no pero de más chico hice, sí. Hace un tiempo que ya no. No reniego de la terapia pero no hago. Al psicólogo iba en la época en la que murió mi mamá y había tenido malas experiencias con gente que no me gustaba y no es fácil encontrar al psicólogo adecuado. Iba a una terapeuta en Lomas de Zamora, que en aquella época me quedaba más cómodo por el lugar, pero después me mudé y dejé porque me quedaba a contramano. No volví a ir más.

-Hace poco, una señora de 92 años que te fue a ver al teatro te dijo que te quería como su hijo del corazón y que incluso le había hecho misas a tu mamá.

-Sí, fue muy emocionante. Pau se dio cuenta más o menos de dónde venía todo esto, me fue a buscar al camarín y fue un momento hermoso. No es la primera vez que me pasa pero esta vez Paula lo grabó. Son palabras que me llegan al corazón y fueron muy genuinas. Haber hecho una misa para mi mamá fue un gesto enorme y no deja de emocionarme escucharlo. Son momentos que disfruto mucho y quizás me quedo callado, la escucho y todo me llega. En Carlos Paz también me pasa bastante a la entrada y a la salida del teatro. No siempre es tan así, tan profundo, pero siempre es emocionante recibir ese cariño genuino. Esa señora de 92 años me hablaba como si fuese un familiar, muy ubicada y respetuosa.

-¿Sentís que fue un mensaje de tu mamá a través de esta señora?

-No lo había pensado desde se lugar y todo lo que me estaba diciendo era muy lindo. Siempre hay algo que me deja reflexionando y ahora lo pienso así porque me lo estás diciendo vos. Como señales o tenerla presente a mi mamá, la tengo siempre, en todo momento. Fue muy lindo, mi mamá era bastante católica y de ir a misa, entonces eso tuvo que ver también. Fue una hermosa noche.

-¿Qué edad tenías cuando falleció tu mamá?

-Fue en el 2009, así que tenía 30 años. Lo mío con Pau empezó todo en 2010, al año de la partida de mamá, así que no se conocieron en persona. Igual Pau siempre dice que la conoce, habla de ella y la escuchás y es como si la hubiera conocido. Cuando me preguntan si Paula conoció a mi mamá a mí me entra la duda porque habla tanto de ella que parece la hubiera conocido. En los partos incluso siempre se llevaba la foto de mi mamá para que la acompañe. Tienen una linda conexión y por eso está tan presente.

-Vos la debés nombrar mucho también, ¿o no?

-Sí, está. Además siempre fui de tener camaritas y conservo videos de mi mamá, que la hacen estar presente. Mi vieja era muy divertida, de bailar, siempre con una sonrisa y si aparece una foto o algo, Olivia habla de la abuela Ana. En casa hay alguna foto y la tenemos presente desde el buen sentido, con mucha alegría, como acompañando. A mis hijos les hablo de su abuela, aparece en anécdotas y toda la familia y la gente que la conocía del barrio me dice cosas lindas de mi vieja. O quizás en el teatro a lo mejor aparece alguien del barrio y me dice: “La recuerdo a tu mamá siempre con una sonrisa”.

-Paula está acompañando mucho a su abuelo Kaki, que tiene 95 años y la salud frágil. ¿Cómo es tu vínculo con Kaki?

-Pau siempre me dice que cada vez que llega a verlo, Kaki le pregunta por mí o cómo me fue en el teatro y cómo tengo la mano porque me di un golpe. Quizás son cosas que le contaste una vez y pensás que se olvida pero no: tiene una memoria increíble y está muy conectado. Ahora estuvo con altibajos pero sabe todo y pregunta de todo, como si tuviese 40 años. Pregunta mucho por mí, estuvo en casa el otro día, pasamos una linda tarde juntos, es un fenómeno.

-En lo laboral estás con la gira, ¿y se viene algo en televisión?

-Ahora estoy como si fuese un reestreno porque cambió parte del elenco, la escenografía y no tenemos en la gira la pantalla como en Carlos Paz, entonces tuvimos que cambiar muchas cosas. Ahora estamos ajustando y si bien la obra sale bárbara, tengo la cabeza muy metida en esto. En paralelo, ya estoy teniendo reuniones para el año que viene. En la tele siempre me gustaría hacer algo pero cuando me quiero acordar, ya estoy ensayando para el verano otra vez. Pasa todo muy rápido y por ahora estoy ciento por ciento con la gira de Una noche en el hotel.

-¿La reuniones son para la nueva obra?

-Sí. Tengo algunas ideas y ya de a poco le vamos a dar forma a lo que vamos a hacer. Siempre trabajamos en paralelo a lo que estamos haciendo, incluso desde el verano porque tal vez se nos ocurrió algo para el año siguiente y ya lo vamos laburando. Vamos tirando y luego le damos forma a todo. Sigo con los chicos de DABOPE, Ezequiel Corbo, el Chato Prada y Fede Hoppe y la idea es encarar nuevamente para Carlos Paz, un año más.

-Si tuvieses la posibilidad de elegir, ¿qué te gustaría hacer en tele?

-Me gustaría algún programa de entretenimiento y las entrevistas también me divierten pero más con juego y entretenimiento. Me gustaría probarme como conductor o co-conductor. Me veo y estoy esperando darle forma a eso que me divierta. Tuve algunas reuniones con canales de deporte en el cable y eso me entusiasma porque soy futbolero y deportista en general, así que me divierte también. Por ahora, tiene que ser algo que me guste y que sienta que lo pueda hacer. No es que me tiraría a un piletazo.

-¿Te ves en algún programa actual?

-No. No veo nada en la tele que sienta que podría hacer o que me divertiría hacer. Eso no significa que no haya programas que me gusten. Me refiero a que yo no me veo en tal o cual programa. Tendría que ser algo nuevo.

-Georgina Barbarossa declaró que la tele te tiene que descubrir desde otro lugar y arriesgó que sos el sucesor de Tinelli.

-Bueno, Georgina es divina, fue una enorme compañera y muy elogiosa conmigo durante todo el verano. Más allá de la actuación, ella se sorprendió con lo que hacía cuando terminaban las funciones y que ella desconocía. Hacemos como un programa de televisión muy improvisado porque todas las noches pasa algo diferente y me dejo llevar por lo que pasa en la platea. Siempre subimos a alguien del público, se sorprendió porque no me conocía desde ese lugar y es algo que hago hace muchos años y que me divierte mucho. Siempre que terminaba ese showcito final, Georgina me decía: “Vos tenés que estar en la tele, no puede ser”. Ella es muy exagerada en el buen sentido del elogio y me decía cosas muy lindas.

-¿Con Tinelli tenés trato o te hablás actualmente?

-El año pasado nos vimos bastante y después cruzamos algún que otro mensajito. Algo en las redes sociales pero ya desde el año pasado que no lo veo. Hay un cariño muy grande y siempre que nos vemos nos divertimos mucho. Siempre está la puerta abierta para volver a hacer algo. Igualmente no es directo con él pero por Hoppe o el Chato más o menos sé cómo está él y él sabe cómo estoy yo. Los chicos van de un lado a otro y llevan la información y sé que él pregunta cómo está la obra.

-¿Cómo viste a Paula conduciendo Cortá por Lozano en reemplazo de Vero?

-Bien, genial, impresionante. Tenía ganas de que la nominen al Martín Fierro porque me parece que el año pasado la rompió con Bake Off y siento que Aptra por ahí se olvidó pero ella tuvo el mejor año con uno de los programas que fue de los más exitosos del año. No soy objetivo y por eso hablo como fan de ella pero la vi muy bien manejando tiempos, con mucha gracia, participando. Aparte de eso el año pasado también estuvo en Cortá por Lozano, en La Peña y son tres programas muy diferentes y a los tres los hizo muy bien. Estaba viendo las nominaciones desde casa cuando lo anunciaron Vero y Ventura y pensaba: “Ay, por favor que la nombren”, como si fuese su fan número uno. Estaba cruzando los dedos pero no se dio. Me gusta mucho, la admiro como conductora y me parece siempre muy agradable y lindo de verla.

-Paula todo el tiempo en las redes sociales te declara su amor y dice cuánto te ama. Vos sos más reservado, ¿pero podrías decir qué significa Paula en tu vida?

-Trato de subir cosas y poner pero ella tiene más facilidad de palabras. El resumen es que me resultaría muy difícil imaginar no estar al lado de ella. En todo sentido, en lo personal y lo laboral. Me hace todo muy fácil, más allá de la felicidad que me da. Es la que me anima a salir adelante, nosotros mutuamente nos alentamos pero ella siento que me hace la vida más linda y fácil. Pero no poder hacerme un favor sino porque me ama, por su energía y por su amor. Con ella al lado todo es más lindo siempre.

Por Nicolás Peralta