A los 45 años, Ingrid Grudke atraviesa un gran presente laboral y personal. La modelo y vedette volvió a las tablas con la revista Cobra K, junto a Nito Artaza, Gladys Florimonte y Vicky Xipolitakis en el Teatro Premier y, además, se luce junto a Guido Kaczka en Los 8 escalones del millón, por Eltrece.
En lo personal, sigue de novia con el empresario marplatense Martín Colantonio, con quien comparte la vida y el proyecto de formar su propia familia. Pero en ese esquema no entra la gestación de un bebé. "Prefiero amadrinar a un niño desamparado antes que llevarlo en mi vientre", confió a Pronto la modelo.
En una charla súper íntima, Grudke habló de su firme deseo de no ser madre. “Siempre me sentí diferente porque la mayoría de las mujeres sueñan con el casamiento y los hijos pero ese no es mi caso”, sentenció sin dudarlo,.
-¿Está el deseo de formar una familia y tener un hijo?
-Para mí, Martín es mi familia. Todos nacemos en un núcleo familiar que no elegimos. Mis papás, por ejemplo, decidieron unirse para armar su familia y tener sus hijos. Nací dentro de esa familia que amo pero que no la elegí, la heredé. Obviamente los amo pero en el caso de Martín, es la familia que yo elegí y elijo. No está en los planes tener un hijo y los que me conocen saben que nunca tuve el deseo fuerte de ser madre. Nunca lo sentí. Eso no quiere decir que no me gusten los chicos: adoro a los niños y me llevo bárbaro pero siempre fui una persona cero Susanita.
-¿Tampoco casamiento?
-Tampoco. Nunca me importó casarme y tener hijos. Siempre me sentí diferente en eso porque la mayoría de las mujeres sueñan con el casamiento y los hijos pero ese no es mi caso. No digo que esté mal. De hecho, vivo haciendo fotos y desfiles de novia pero en mí nunca lo vi al vestido blanco. A la familia la estoy construyendo con Martín pero en base a nuestras creencias, no a los mandatos. No sé si te respondí la pregunta.
-Sí. Tu deseo personal es no ser mamá y no se cuestiona: cada cual tiene su plan de vida.
-Claro y cada cual tiene su forma de armar su familia. Es una construcción. Nunca tuve el deseo fuerte ni la necesidad de gestar, como muchas mujeres sí necesitan sentir en su vientre que viene una personita. Nunca me pasó eso y a medida que pasaba el tiempo, por más que hacía fuerza para querer tener hijos, ese deseo no me nacía. Sí me gusta tener una pareja y no descarto el día de mañana poder ayudar a algún niño que esté tirado por ahí o abandonado por sus padres. Eso pasa mucho y soy más de esa idea. Digamos que soy más de apoyar o amadrinar a una personita que esté desamparada que de gestarla en mi vientre.
-¿Martín tampoco desea ser padre?
-Mirá, me lo ha planteado algunas veces pero también lo hemos conversado y respeta mi postura. No descartamos que podamos formar nuestra familia ayudando a otros chicos. Hay mil maneras de armar una familia. La adopción es una opción y para ser mamá no es necesario parir. Hay muchas madres que paren hijos y luego los abandonan porque no tienen instinto maternal. Es crudo lo que digo pero es real. A mi hermana le choca cuando opino de esta manera, ¿pero cuántas veces vemos en la tele historias de criaturitas que aparecen tiradas en la basura? Es tremendo. Soy más de eso: si algún día siento la necesidad de cuidar a una personita, es muy posible que lo haga. Por ese camino voy yo.
-¿Recurrirías a la adopción?
-Puede ser la adopción como también puede ser acompañar en la crianza. Si cada uno de nosotros ayudaríamos a un papá o una familia que le cuesta que los hijos vayan a la escuela o tengan las necesidades básicas cubiertas de cada niño, el mundo sería distinto también. Es una opinión muy personal y quizás muchos no me entiendan. Es mi forma de ver.
La entrevista completa con Ingrid Grudke está en la edición digital de mayo de revista Pronto y se puede descargar y leer de forma gratuita haciendo click en este link