En una charla profunda con Leandro Rud, Roberto Piazza habló a corazón abierto y recordó la mejor parte de su infancia pero también el contraste y lo más triste de su niñez. El diseñador también recordó tres momentos en los que se quiso quitar la vida.
"Mi niñez tuvo una parte muy buena que fue maravillosa y otra muy mala que fue diabólica. Me crié en Santa Fe, en una escuela de provincia, en el río, me tiraba de cabeza y ahora me daría miedo. Teníamos una posición económica muy buena, mi vieja hija de ricos y mi papá ingeniero electromecánico. Mi abuelo inmigrante era un prestamista mafioso", relató.
También reveló hasta cuando tuvo buena relación con su padre ya que le descubrió un secreto: "Con mi viejo nos llevábamos bien hasta los once años. Descubrí que tenía una doble vida con otra mujer y yo la quería mucho. Cuando llegaba a casa yo le decía tía pero era la amante de mi papá y tenían un hijo que se llamaba Roberto. Mi vieja no decía nada pero igualmente la perdono".
Al momento de detallar la parte "diabólica" de su infancia, el actor comenzó: "Es con mi hermano, yo tenía seis años, cuando hizo la primera violación a mi cuerpo y alma, él tendría 25, me llevó al fondo de mi casa, había caballerizas, en una siesta, me acuerdo el olor, lo que me decía que me calle la boca, no entendía, me puso una falda campana plato de flores y siguió hasta mis 17 años", expresó como también lo cuenta en su libro.
"No solo la familia, sino la familia de la familia, todos sabían y nadie decía nada, mi viejo era machista y jodido, empezó a maltratar a mi vieja, se dio justo como un crack, dividida la familia entre el machismo de mi hermano y papá que trabajaban juntos y otros hermanos se casaron y dispararon, sabían y se hicieron los boludos", narró entristecido ya que fue una de las situaciones más dolorosas que vivió.
"Nunca tuve sexo con una mujer. Yo tenía una doble personalidad, lo oculto y lo que quería que sepan, hasta una novia tenía que nunca la toqué, yo salía, me divertía", confesó tras su intento de tener una "vida normal" como cualquier otro adolescente en ese momento, pero continuó: Cuando me quiso violar mi hermano otra vez a los 17, lo cagué a trompadas. Yo era el más débil, pero lo era a los seis", cerró sobre su infancia.
"Me quise suicidar a los 15 años. Me pelee con todos, rompí vidrios, techo, me pegó mi hermano una trompada y mi papá un cachetazo. Fue venganza diabólica la mía", comentó en recuerdo de la primera vez que intentó suicidarse. En confesión a su segundo y tercer intento, dijo: "Fue a los 30, yo ya era Roberto Piazza. Me enamoré, me dejaron y me quise matar. La tercera también fue por amor, por pasiones. Ahí empecé terapia, psiquiatra, siempre había soledad detrás".
El diseñador de moda se fue de su provincia a las 18 años ya que tuvo que hacer la colimba, además de un viaje a Mar del Plata en donde descubrió "La noche gay". Cuando regresó a su casa, ya con otra mentalidad, comenzó a llevarse mal con su familia, se puso en pareja y a los 21 regresó a Buenos Aires, lugar donde inició su carrera: "En el ‘82 hice el primer desfile en el Teatro Colonial a beneficio de los combatientes de Malvinas, después empecé a vestir a Mirtha Legrand, Susana Giménez, Moria Casán. Llegué a vender un vestido a 10 mil dólares".
Para finalizar con su historia, relató la historia de su hermano, quién siguió con su vida como si nada: "Formó dos familias, en la primera tuvo 2 hijas y luego 3 chicos. Se casó con una primero, tuvo unos hijos divinos e hijas divinas. Me llevo bien con mis sobrinos, en especial con Carolina Pezzone. Ella sabe el papá que tenía. Me costó mucho con las mujeres formar relación, ahora lo entendieron. Con la otra señora tuvo tres hijos en donde violó a uno de ellos. Yo a él, Ramiro se llama, lo ayudé a denunciar, lo acompañé", cerró en relación a su rol como tío.