Paula Chaves y Pedro Alfonso son una de las parejas más sólidas y queridas del ambiente artístico. La conductora muestra el día a día de su relación en las redes sociales junto a sus hijos y le roba más de una risa a sus seguidores. Hace unos días, la actriz quiso tener una mini luna de miel con su marido pero no salió cómo esperaba.
En esta oportunidad, Chaves quiso sorprender al productor y reservó un lujoso hotel de zona norte para pasar una mini luna de miel juntos y así romper con la agitada agenda semanal. "Con vos al fin del mundo", escribió la modelo sobre una foto en blanco y negro en la que se la ve apasionada con Alfonso.
"Megaplan. Cortar la semana en Sofitel Cardales", escribió la hermana de Delfina Chaves, mostrando la puerta del lujoso hotel que reservó para tener una cita romántica con su marido.
Si bien hasta ese momento todo iba bien, pronto la pasión y la etapa de estar a solas se vio interrumpida y algo, o mejor dicho alguien, cambió los planes de la pareja. Fue la misma modelo y conductora la que mostró lo que pasó en sus historias de Instagram, donde reveló qué sucedió en el hotel. "Fueron 12 horas de novios. Acá estamos. Buen día", escribió Paula sobre una foto en la que se la ve aun con pijama con la pequeña Filipa a su lado durmiendo toda estirada en la cama grande.
Ahora, Paula Chaves volvió a sacarle muchas risas a sus seguidores mostrando el insólito momento en el que Pedro Alfonso se sacaba sangre. Sucede que al productor le dio tanta impresión ver al médico extraerle sangre con la aguja, que tuvo que taparse con una campera para no mirar. "Por suerte, Dios nos hizo parir a nosotras", escribió la modelo, divertida, en sus Stories de Instagram.
Luego, mostró otra foto donde también se lo ve al actor todo tapado y preguntando: "¿Ya está?". "La patita. No puedo más", escribió la conductora, junto a emojis risueños.
Finalizando la serie de fotos que compartió, Chaves sorprendió a todos con una insólita anécdota del día del parto de unos de sus hijos: "En el parto de Balta miro a un costado para tomar aire entre pujo y pujo, después 36 horas de trabajo de parto y el tipo tirado en el piso. Él dice que no estaba desmayado, ¡que descansaba! Pero dejame dudar".