Es, sin dudas, uno de los peluqueros más reconocidos de la Argentina. Entre sus clientas top figuran Susana Giménez, Graciela Borges, Nacha Guevara, en su momento peinaba a Isabel Sarli, conoció en persona a Eva Duarte y se dio el lujo de asistir y peinar a las Primeras Damas del país, desde la mujer de Arturo Illia y Arturo Frondizi hasta Zulema Yoma y Zulemita Menem.
Miguel Romano construyó un verdadero imperio a base de sacrificio y mucho trabajo pero hoy, su presente, no es ajeno a la dura crisis económica que atraviesa transversalmente a los argentinos. En diálogo con el programa Detrás de escena, por AM 540, el peluquero brindó detalles alarmantes sobre su difícil situación profesional y económica. "Siento que esta es la peor crisis que viví en mi vida y nunca me sentí tan afectado. Hoy, por ejemplo, di caja cero y no entró un alma a la peluquería", relató con angustia.
"A veces no llegamos a abrir caja porque literalmente no entra nadie", continuó frente al asombro de Daniel Gómez Rinaldi, Nico Peralta y Romina Carballo, integrantes de Detrás de escena. "Hoy no entró un alma y es desesperante lo que está pasando. ¿Si le veo salida a corto plazo? No, no lo veo pero tampoco me quiero meter en ese tema porque es político y no me corresponde. Yo hago belleza, no política", sentenció.
En la charla, Romano contó que se empezó a relacionar con la política cuando le tocó peinar a la señora de Arturo Illia. "Amorosa ella, siempre con su rodete prolijo. Viví muchos gobiernos de cerca y peiné a muchas primeras damas pero cuando firmé contrato de exclusividad con Susana Giménez, me aboqué a ella. En el menemismo me tocó peinar a Zulema Yoma y luego a Zulemita Menem, con quien viajé por el mundo. Hice 29 viajes por el mundo junto a Elsa Serrano, quien vestía a la familia Menem", contó.
Peralta le consultó si frente a la tremenda crisis tenía pensado cerrar la peluquería. "No, de ninguna manera. Tengo con qué mantenerla pero es cierto que con el tiempo fui achicando el staff y hoy tengo pocos empleados: un peinador, una chica para las extensiones, una persona que lava y peina pelucas, una manicura y mi señora que es quien recibe a los clientes", afirmó.
Antes de concluir la charla, confió: "La situación es alarmante y estoy sobreviviendo. No soy un novato en esto, tengo experiencia y mi vida hecha pero es cierto que está muy difícil. Cobro una jubilación mínima que es un chiste y te alcanza solo para una semana o menos".