Su bebé, Luca Cubero, ya cumplió los tres meses y ella se muestra como una mamá súper activa. A las tres semanas de haber parido a su primer hijo, fruto de su relación con Fabián Cubero, Mica Viciconte volvió a trabajar y debutó como panelista en Ariel en su salsa, por Telefe.
Y con el paso de los días, la ganadora de de la tercera edición de Masterchef Celebrity fue volviendo a hacer deportes. "La actividad física es fundamental en mi vida", reconoció Mica a Pronto.
¿Cómo es un día en su vida? Ella lo relató así: "Me levanto alrededor de las 7 de la mañana, me saco leche para cuando vengo al canal a trabajar así la niñera le puede dar a Luca la mema y ella me lo cuida en el camarín mientras estoy trabajando en Ariel en su salsa. Después, ya lo tengo al bebé conmigo y lo disfruto todo el día. Si entreno en casa, lo dejo al lado mío y él se queda ahí. Si está el padre, se queda con Fabián mientras entreno".
Y continuó: "A la tardecita tomo clases de tenis y padel y ese es mi desconecte total. Los miércoles y sábados hago padel; los lunes y jueves entreno con mi personal en casa; y los martes hago tenis a la noche. Básicamente todos los días entreno".
-¿Cómo fue ponerte en movimiento después de parir?
-Una de las cosas que más sufrí fue esperar el tiempo para volver a entrenar. Fue lo que más me costó y lo que más malhumor me generaba. Mi cuerpo necesita descargar con el entrenamiento y esa es mi terapia. Cuando no tengo esa descarga física, me siento mal y no me gusta. Hay gente que va al psicólogo y yo entreno el cuerpo. Lo disfruto y me hace bien. A Juan Pronza, mi entrenador al que le decimos miyagui, lo exprimo y él es como mi psicólogo. Tuve que esperar 40 días para recibir el alta después de parir, necesitaba muchísimo entrenar y Fabi lo estaba padeciendo porque cuando no hago actividad física, tengo un malhumor importante.
-¿Qué pasó el día 40?
-Fui a la obstetra, le pregunté si me daba el alta y me dijo que sí, pero con cuidado. “Andá de a poco, no te mates”, me recomendó. Fui de menor a mayor y reconozco que me costó físicamente porque sentía que el cuerpo me había cambiado. Ya no era el mismo cuerpo de antes y fui mejorando de a poco. El físico tiene memoria y si bien no te digo que tengo el estado de antes, cada vez estoy más cerca. Me gusta sentirme bien y quiero volver a mi cuerpo de antes, aunque de un día para el otro no se puede. El deporte es salud.
-En lo emocional, ¿la maternidad te puso más sensible?
-Algo. Estaba muy sensible antes de parir y lloraba por cualquier cosa, algo rarísimo en mí. Encima lloraba de la nada: quizás estaba hablando con vos y de repente me largaba a llorar. Fabi me preguntaba qué me pasaba y no tenía respuesta. “No sé qué me pasa, no sé por qué lloro”, le contestaba. Cuando nació Luca, en el puerperio me agarró un poco de sensibilidad y hoy siento que ya se me fue y estoy casi como antes.
La entrevista completa con Mica Viciconte, que es la tapa de la edición digital de agosto de revista Pronto, se puede descargar y leer de manera gratuita haciendo click en este link