Desde que comenzó Ariel en su salsa, hace ya casi dos meses y con mucho éxito en la pantalla de Telefe, Ariel Rodríguez Palacios fue presentando a sus compañeros de trabajo y revelando algunos datos personales de cada integrante de su staff. En el caso de su hijo Felipe, quien es cocinero y se convirtió en su ladero en el ciclo culnario del canal de las pelotas, Ariel comentó en reiteradas ocasiones que Pepo tiene una novia francesa llamada Jeanne.
A lo largo de los días, el joven cocinero fue contando cómo es la convivencia con su pareja, a quien conoció cuando los dos vivían en París y el año pasado se mudaron juntos a Buenos Aires. Felipe trabaja en Ariel en su salsa y en el Instituto Argentino de Gastronomía mientras que Jeanne es camarera en un coqueto restaurante de Puerto Madero.
La semana pasada, el conductor del programa lo chicaneó y le preguntó cuándo el público que los sigue conocería a Jeanne y Felipe no se achicó. Le dijo que el martes, que es el día libre de su novia, la joven los visitaría en Ariel en su salsa. ¡Y cumplió! Hoy Jeanne estuvo en el piso del ciclo de Telefe y cautivó a todos con su belleza y simpatía.
Una vez que la francesa ingresó al estudio, ambientado en una cálida cocina, Ariel Rodríguez Palacios la recibió con un abrazo y la acercó hasta Felipe, quien no dudó en darle un beso a su pareja. Tras un cruce de palabras en francés, Jeanne comentó: "Estoy muy bien, gracias por recibirme. Me gusta mucho el rogel y el dulce de leche". Eso fue en referencia a la torta rogel que su suegro había preparado un ratito antes de que ella ingresara.
Luego, Rodríguez Palacios padre le presentó a su nuera al panel, integrando por Mica Viciconte, Nico Peralta y la nutricionista Romina Pereiro y el periodista de espectáculos le preguntó directo y al hueso qué la enamoró de Felipe. Sin dudarlo, Jeanne contestó: "La cocina. Me conquistó con una pasta muy rica que ya no hace más hace meses". Entre risas, Pepo quiso zafar del reproche al aire y acotó: "Lo hice esa vez nomás y no intenté más porque si no me salía se iba a pudrir todo".
Distendidos y en familia, comentaron cómo es la convivencia entre ellos y la chica oriunda de Francia contó que es ella la que hace la cama porque es la última en levantarse. "Nos conocimos en París, trabajando juntos. Me gusta mucho ahora estar en Buenos Aires, estoy trabajando en un restaurante y todos me recibieron muy bien", confió.
Mientras Ariel Rodríguez Palacios cocinaba unas picañas, Peralta le consultó a la invitada especial del día qué tal era su suegro. "Bien, es muy bueno. Siempre cocina mucho y nos recibe los domingos al mediodía con comida rica. Depende el día, hace distintas recetas y prende el fuego", reveló.
Antes de cerrar, Ariel quiso saber si su simpática nuera extraña a su familia, que quedó en Francia. "Sí, se extraña y los días lluviosos mucho más", sostuvo ella. En breve, la joven tiene previsto viajar a su país a reencontrarse con los suyos, a los que no ve desde marzo pasado, cuando la visitaron en Buenos Aires. "Yo le hice unos waffles en el fogón de casa a la abuelita de Jeanne", comentó Ariel. ¡Un suegro copado!
Días atrás, Felipe conversó con Pronto en una extensa entrevista y allí hablo por primera vez de su noviazgo con Jeanne. "Llevamos cinco años juntos y es del norte de Francia, de un pueblo que se llama Sempigny. Nos conocimos trabajando en un hotel: yo estaba como cocinero y ella como moza. Un día salimos a tomar algo con todo el equipo, empezamos a hablar, buena onda y empezamos a salir. Con el tiempo, empezamos a convivir en París porque a los dos se nos terminaba el alquiler y nos venía bien vivir juntos porque los dos teníamos sueldos simples y no es tan fácil sostenerse en esa ciudad", confió.
-¿Cuándo se vinieron a vivir a Buenos Aires?
-Yo regresé hace un año y medio, hice base acá y Jeanne se vino en septiembre pasado, seis meses después de mí. Vine, busqué el departamento y cuando me estabilicé, llegó mi novia. Está trabajando en un restaurante en Puerto Madero como moza. El tema es que ella trabaja mucho de noche, yo arranco a las 5 de la mañana todos los días y casi que ni nos vemos. Nos damos un beso de desayuno cuando me estoy preparando para irme a trabajar y cuando vuelvo a casa ella ya no está más. Nos vemos bien el domingo que es mi día libre y ella tiene lunes y martes libre.