Desde que se puso de novio con la China Suárez, Rusherking tuvo que aprender a estar en boca de todos, todo el tiempo. Por más que le cueste aceptarlo, el trapero tuvo mucha atención de parte de los medios y de algún modo, entendió que nada de lo que hiciera desde ahí, pasaría desapercibido.
También le tocó vivir de cerca lo que consideró 'el acoso mediático', lo que para él es aún inexplicable. En diálogo con La Nación admitió que a él le resulta muy duro escuchar y leer todo lo que se dice de ellos por estos días. "No me gusta que me agarren con una cámara cuando salgo de trabajar y me pongan un micrófono en la boca, me molesta la gente irrespetuosa. Al principio me lo tomé mal porque es un hostigamiento. Hoy trato de no enroscarme porque la paso mal. Me afecta a mí y a mi familia, la gente es morbosa y yo la paso mal de verdad".
Luego hizo referencia a la gran cantidad de críticas y ataques que recibe a diario la China y la defendió con firmeza: "Ella vivió muchas cosas y siento que hay un hostigamiento que no se merece porque es una persona de luz".
"Hay personas mentirosas y con malas intenciones, pero yo me quedo tranquilo porque sé quién soy, quién es ella y la gente que me rodea. El tiempo pone todo en su lugar".