Emilia Mernes quedó en el ojo de la tormenta luego de que se abriera un hilo en twitter, con el reclamo de un grupo de emprendedores de marcas de ropa que acusaban a la cantante de no cumplir con las acciones pactadas a través de “canje”, como se le llama hoy por hoy a los intercambios que realizan las diferentes marcas con personas que tienen muchos seguidores en redes sociales, más específicamente en Instagram.
En los tuits, las empresas locales aseguraban que el equipo de asesores de la artista, no cumplían con la promoción de productos con fotos de Emilia como se había convenido en las negociaciones. Ante esta polémica que se volvió viral, quien salió a desmentir estas acusaciones fue el vestuarista de la cantante, advirtiendo que Mernes era ajena a toda la situación que se había generado.
Joaco Díaz es el nombre del vestuarista que comenzó explicando a través de sus redes sociales que estas acusaciones eran totalmente falsas, remitiéndose a ejemplos con captura de pantalla que evidenciaron que lo que él mismo había pactado con las marcas locales que le brindaron sus prendas. Mediante una serie de posteos compartidos, escribió: “Mi trabajo es buscar vestuarios y opciones para ella. Con mi equipo nos comunicamos con marcas posicionadas y emergentes colaboradores”.
“El beneficio de la marca es poder usar la imagen de Emilia para su promoción, sin costo alguno, como forma de intercambio. Nunca prometí nada que no pueda cumplir” afirmó. Y continuó: “Me duele inmensamente ver que mi buena intención se manipulada para el beneficio de otros a cuestas del buen nombre de Emilia”, dijo para luego compartir distintas capturas de los chats que mantuvo con los dueños de las marcas aclarando que los mensajes que recibió por parte de los emprendedores fueron de agradecimiento y no de descontento.