Silvina Luna se hizo conocida en los medios luego de su paso por Gran Hermano 2001. Desde entonces a esta parte empezó a escalar y a hacerse un lugar dentro de los medios, modelando y haciendo teatro. En general, y más allá de cuestiones puntuales, como sus problemas de salud vinculados a una insuficiencia renal por una mala praxis, siempre se mostró con una sonrisa.
Se sabía poco de su historia de vida de antes de su ingreso a GH, pero en las últimas horas decidió hablar del calvario que atravesó cuando era una nene, en pleno crecimiento. Sucede que sus padres -Roxana Chera y Sergio Luna-, no se llevaban nada bien y los gritos e insultos siempre estuvieron presente, con ella como testigo.
“Mi autoestima fue un trabajo de años. Y todo tuvo origen en mi infancia”, comentó Luna en una charla con Teleshow, y agregó: “Yo era una chica alegre pero muy solitaria. Creo que a mí me faltó amor”. Con esas frases se fue metiendo en tema, como una manera de desahogarse.
Luego de eso intentó buscarle una explicación: “En aquel entonces estaban demasiado inmersos en sus mambos y peleando mucho entre ellos”. “Tenían 22 años. Eran como adolescentes intentando ser papás. Y llegué a sentir que no me veían. No... No me veían. El clima era hostil para un niño”.
“Papá y mamá tenían una relación tormentosa. Imaginate a dos personas grandes que discuten, que se gritan... Quizás hasta en momentos de agresiones y entonces tenés miedo de que a ella le puede pasar algo. Pero lo peor era que todo se naturalizaba, porque no se conocían otros recursos”, cerró el tema.