Benjamín Vicuña no atraviesa su mejor momento. Lo indica su semblante cada vez que aparece en pantalla, y no es para menos. Septiembre le movió la estantería emocional por distintas cuestiones que son de público conocimiento. El martes pasado estuvo en Chile y despidió a su padre, Juan Pablo Vicuña Parot.
Había un gran vínculo entre ellos más allá de estar distanciados por dos países. Pero eso no fue lo único: el jueves 8 se cumplieron 10 años de la muerte de Blanquita, su hija mayor. Dos situaciones que lo tuvieron al borde del abismo. ¿La manera de salir de todo esto? El Teatro. Ese lugar que parece su lugar en el mundo.
Ante tantas pálidas decidió no tomarse un descanso. Entendió que tener tiempo para pensar puede ser peor y por eso el mismo jueves por la noche no se perdió la función de El método Grönholm, pieza que protagoniza junto a Laurita Fernández, Rafa Ferro y Julián Cabrera.
Quien lo acompañó en estos días fue Pampita. Viajó a Chile con los chicos para que pudieran despedir al abuelo y estar cerca de su padre. Ella mejor que nadie sabe de lo que está atravesando y por eso decidió volver a apoyarlo, esta vez, en un lugar mucho más ameno.
Sin otros planes a la vista, Carolina y su pareja, Roberto García Moritán, fueron a verlo al teatro. Disfrutaron de la función y luego se acercaron al camarín para saludarlo y felicitarlo. Un gran momento y, sobre todo, sonrisas, que no es menos ante tantas pálidas.