SU HISTORIA

El Flaco Pailos, desde pequeños bares en Córdoba a su propio Unipersonal en Calle Corrientes: "Yo soy un remador de toda la vida"

Su sueño era estar arriba del escenario y hoy lleva 40 años pisando tablas y haciendo reir a todo un país.

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Fernando Daniel Pailos, mejor conocido como "El Flaco Pailos", es un artista argentino con una amplia trayectoria. A pocos días de su vuelta a la mítica Calle Corrientes, donde debutará con su unipersonal "La Pailoneta del humor", el actor habló de sus primeros pasos en el mundo artístico y de cómo, desde muy pequeño, luchó para conseguir su sueño: Brillar arriba de los escenarios. 

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Con tan solo 9 años comenzó a ir a clases de guitarra y a sus 17, arrancó su carrera musical que luego lo sorprendería con otros rumbos. "Yo estoy cumpliendo 40 años arriba del escenario. Empecé en los años 80/82, cuando se empezaron a abrir los bares, los pubs acá en Córdoba. Yo tenía un dúo, hacíamos música. Algunas canciones nuestras y muchos temas de León Gieco, éramos una onda folk. El dúo tenía también un nombre que se usaba en esa época, se llamaba 'Solsticio'. Empecé a tocar con ese dúo en Carlos Paz, que después se transformó en grupo", contó.

Desde pequeños bares cordobeses hasta el interior del país: su música se propagó a gran escala. Con el cambio de década también cambiaron los gustos de su público, quienes optaron por la diversión, por otros estilos de shows. Esto hizo girar el destino del Flaco, quien conformó otro grupo llamado "La salsa group", nombre que eligieron por la variedad en su repertorio. "Le pusimos así porque nosotros tocábamos desde un tema de cuarteto hasta uno de Charly García", afirmó el artista.

Pero tarde o temprano, ese grupo le quedaría chico, así fue que el Flaco decidió despegar. Junto a dos amigos, empezaron a apostar por los espectáculos de humor. "Los viejos pescados", fue uno de los primeros grupos en dar shows musicales y despertar las risas de los fanáticos cordobeses. Entre pelucas, vestuarios excéntricos e imitaciones a otros personajes, supieron ganarse el cariño de los espectadores.

Estos serían sus primeros pasos en el teatro, que luego lo haría debutar con grandes giras por toda la Argentina. Pero antes de eso, todo fue muy distinto. "Estudié 5 carreras y no terminé ninguna. En el medio de todo eso, trabajé en una agencia que vendía rifas, en un supermercado y manejé un bar casi un año, donde también tocaba de vez en cuando. En las primeras funciones casi no había gente y teníamos que suspenderlas. También hubo chistes que tuvimos que cambiar porque no gustaban", develó el actor. 

Sumamente agradecido, el Flaco aseguró que su familia fue un gran sostén durante esos años en los cuales comenzaba su carrera, aunque al principio las cosas no fueron fáciles: "Mi viejo era ingeniero y era un tipo bravo, quería que mis hermanos y yo estudiáramos pero por otro lado, él tocaba la guitarra, hacía magia y contaba chistes. Cuando yo terminé la secundaria, me preguntaban qué iba a estudiar y yo estaba en bolas. Primero estudié ciencias políticas, hice dos años de abogacía y como mi viejo me dijo 'si vos querés ser músico, estudiá música', me fui a la Escuela de Arte, duré un año y pico".

Luego, Pailos sorprendió con una insólita anécdota: "Esto es medio loco. A mí me gustaba mucho ver documentales de un oceonógrafo y como mi viejo me veía que yo miraba todo eso, me dijo '¿por qué no estudiás algo así?'. Me puse a estudiar y duré un año". Ante la insistencia de su padre de dedicarse a algo relacionado con el canto, el Flaco se decidió por fonoaudiología pero antes de recibirse, abandonó, debido a sus compromisos laborales con la música. 

Emocionado, el músico contó que sus padres fallecieron pero que antes, pudieron verlo arriba del escenario y que estuvieron presentes durante sus giras. "Todo ese conflicto se terminó porque vieron que yo insistí y fui cumpliendo mis sueños. Ahí llegó la paz con mis viejos. Estaban orgullosos, contentos. Cuando falleció mi viejo, entre sus cosas, él tenía una carpeta gigante con todos los recortes de diarios que tenían que ver con mi carrera. Me cagaba a pedos pero mientras iba guardando todo".

A medida que su carrera despegaba, el artista pasó de estar entre bambalinas a grabar programas de televisión con grandes figuras como Marcelo Tinelli, Roberto Petinatto, Gerardo Sofovich, Mirtha Legrand y Susana Giménez. "Había un casting de Videomatch en Córdoba y mi mujer me insistió para que vaya. Conocía al productor que no lo veía desde hace tiempo, me puse a contar chistes cuando prendió la cámara y después nos fuimos a tomar un café. A los 10 días me llamaron y ahí fui al Campeonato Nacional de Chistes".

A lo largo de los años, el Flaco supo cosechar suspiros entre sus fanáticos como así también, otras cosas más extrañas: "Cuando empecé a ir a Buenos Aires, me empezó a conocer más gente y me pasaron cosas increíbles. Un día una chica, que se acercó en Tucumán, me regaló  una carta con una bombacha. Me han pasado cosas muy locas arriba del escenario. Una vez estaba en Mendoza actuando y entró un tipo por el medio de la sala. Estaba con un pijama, con un vaso de vino y fumando y me gritaba 'Contate el de Tarzán, Flaco' y vino la gente de seguridad y yo paré. Me senté en el escenario, le agarré el vino y el pucho. Me puse a tomar y a fumar, mientras le contaba cuentos al tipo".