TESTIMONIO CONMOVEDOR

Nara Ferragut y la imagen de su momento más oscuro que no logra borrar: "Mi vieja llorando mientras me entraba en una silla de ruedas al psiquiátrico"

La periodista y conductora habló de sus etapas más duras, de sus adicciones, de la renuncia al programa de Marcelo Tinelli, de su dramática internación y cuenta cómo transita su camino de sanación apoyada en su marido, Charlie y su hijo Francisco

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“Vine a tu programa porque me encanta el mensaje, el concepto, porque hoy me siento un ser libre, porque por mucho tiempo no lo fui, porque hoy estoy aprendiendo a caminar. Estoy dándome cuenta que uno puede ser o puede estar aferrado a un montón de cosas, pero podemos romper esas cadenas, podemos dar ese primer paso, podemos pedir ayuda. Yo siento que estuve ahí en el fondo, en el pozo, que la pasé muy mal y que salí a pedir ayuda.”

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Sincera, a corazón abierto, así le respondió la periodista Nara Ferragut a su entrevistador, Gastón Pauls, cuando le preguntó por qué había aceptado la invitación a estar en su programa, Seres libres que se emite por Crónica Tv.

Y después Nara describió su desgarrador camino de sanación, que aún está transitando, para salir de su infierno personal. 

“Yo estuve en lugares muy oscuros. Era mi propia enemiga. Cuando digo tocar fondo siento que fue el lugar donde, de ahí, pude salir para afuera. En lo profesional tenía una productora, trabajaba, tenía mucha gente que dependía de mí. Yo les daba, les pagaba los sueldos después no tenía para morfar y terminó explotando por los aires y eso fue para mí algo que me encadenó, que la pasé verdaderamente mal por no saber qué quería hacer. Yo quería agradarle al otro. Quería que el otro me quiera, quería comprar afecto, quería comprar cariño. ¿Y después qué pasa? Cuando uno está mal laboralmente busca salir adelante, pasarla bien, disfrutar… Me mataba todos los fines de semana, tomaba de todo, la volvía a pasar mal. En un Día del amigo me junté con un montón de amigos del medio y terminó muy mal, tomando alcohol, de todo, llegué a mi casa y dije ‘yo no quiero vivir más’, dije ‘esto no lo quiero más para mi vida?.

Nara, Charlie y Francisquito

“Toqué fondo, la pasé muy mal en ese momento, tomé pastillas, terminé internada.  Yo siempre tengo la imagen de mi mamá, esto me angustia un poco, porque viste que cuando uno atenta contra su vida después tenés que terminar en un psiquiátrico internada porque te hiciste daño. Terminé 15 días en un lugar, muy triste, muy angustiada, no entendiendo por qué estaba ahí, qué le había hecho a mi familia. Mi vieja tuvo que venir en Neuquén, mi hermano de Chile, mis hermanos de todos lados vinieron a estar conmigo. Y yo no podía decir que no quería más, tenía una productora, no me podía hacer cargo de eso, tenía que en vez de cerrar la productora decir ‘qué me está pasando’, 'qué estoy buscando'. Y sin embargo yo ahí todavía sentía que todo estaba bien, para mí no fue nada, me decia ‘bueno, me relajé 15 días, no pasó nada’,  porque tenía una enorme negación.”

Nara menciona una imagen vinculada a su mamá. Que aun la lastima al recordarla. "Mi vieja entrándome en una silla de ruedas al psiquiátrico llorando. Yo esa imagen… No me quería dejar.  Porque aparte yo después del quilombo que había hecho, imagínate tomar pastillas, terminar en el Fleni y que mi anterior pareja me llevara corriendo de los brazos, que le hicieron una causa, imagínate el  quilombo que armé, lo mal que estaba. Estaba tan mal económicamente, estaba tan mal con la productora, tenía tanta presión que yo quería decir que no podía más. Quería que se entere el mundo, entendí que no podía pararme adelante de la gente y decir no puedo más. Yo soy una piba de Neuquén que tenía un sueño pero me costó muy caro poder darme cuenta que el sueño me iba a llevar puesta. Porque lo que para mí era mi sueño era algo impuesto, algo que me habían mandado de afuera. Hoy mi sueño es la familia que tengo, mi hijo y mi esposo. Hoy mi sueño es estar sana, tener salud.”

“Creo que tengo un problema y es que soy adicta a todo. Por ejemplo, ahora tengo un problema con el celular. Estoy todo el día con el celular,l mi esposo me dijo ‘che, no te parece que pongamos hora’? Me encantó, le dije ‘tenés razón’. Yo dejé de fumar hace 7 meses, pero todo lo hago de una manera muy compulsiva. Yo como y te como un pastel entero, no es que como un poquitito. Siento que cada uno de los seres humanos que he conocido, gente del entorno, tienen como yo le digo o adicción al pucho, o adicción al casino o  al sexo. Yo en mi caso reconozco que tengo adicción, soy adicta a mí, a cualquier cosa. Vos me das alcohol y no es que tomaba una copita. Mis amigas salían a tomar y tomaban una copita; yo terminaba rota haciendo papelones. 

Agosto de 2019, Nara viajó a las Cataratas del Iguazú para entrevistar a Susana en su programa "Nara Que Ver".

“Yo tomé la decisión, hace cinco años aproximadamente, y no consumo nada. No te tomo una gota de agua, no es que te tomo un poquito. Y prefiero no tomar, siento que mi mejor versión fue dejar de esconderme. Yo no tapo. Intento más entenderme, qué me pasa. Hoy venía para acá y venía como angustiada porque a mí me cuesta un montón hablar de mí, me es más fácil entrevistar. Pero hoy no me importa exponerme, porque expongo mi ser, es hermoso poder mirarte a los ojos y decirte ‘Gastón, estoy en el mejor momento de mi vida’. Pero el mejor momento de mi vida es éste, el aquí y el ahora, el presente, porque dejé de esperar y me empecé a ocupar. Dije, ‘yo tengo que entender qué me hace querer evadirme de quién soy’.

Después Ferragut en su recorrido introspectivo da con una clave: la de dejar de hallar en el pasado, aunque haya existido y sea doloroso, la justificación para bajar los brazos y no intentar el camino de sanación desde la búsqueda del eje personal.

Nara y Charlie Issa, cuando se casaron en 2019

“Yo tengo que entender, porque si no era más fácil. ’ Ay, qué me pasó cuando era chica? Uy, me abusaron. Uy, esto’ :Sí, un montón de quilombos tuve. Si, realmente sufrí, sí me pasó… Tengo dolores y un montón de cosas para resolver que de hecho sigo yendo a terapia y hago un montón de cosas para sanar. No sé si voy a sanar hoy, mañana… es un proceso muy lento, muy despacio que estoy transitando. En este proceso que empecé a hacer yo digo ‘hoy estoy en el lugar donde quiero estar’. Me enamoré Charlie porque me enamoré de mí, yo lo miro a mi hijo y lo puedo amar y le puedo dar un montón de amor.  Tanto que critiqué a mis viejos y que estuve cinco años haciendo terapia por mi papá y mi mamá, y hoy digo yo estoy repitiendo a veces la misma historia con Francisquito. ‘Gracias, mamá. Gracias, papá.’ No los quiero criticar nunca más. Pero fue todo un proceso poder entender que me aman, hicieron lo que pudieron. Y hoy estoy en el mejor momento porque siento que estoy sana. Y abro los ojos a la mañana y digo ‘wow, qué lindo, encontrarme conmigo, ser yo, no tener que caretearla’. En un momento de mi vida que era todo una fars. El trabajo en el que estaba, tener un montón de gente que dependía de mí.”

"¿Hay imágenes que sean como el símbolo del dolor y de la oscuridad?", le preguntó Gastón Pauls. 

Dijo Nara: "Yo hacía cuatro años que estaba trabajando con Marcelo Tinelli, en ese momento mi trabajo era pelearme con uno en cámara, pelearme con el otro, hacer quilombo, o sea, yo estaba en una montaña rusa. Y estaba mucho tiempo ahí metida. Recuerdo que, Marcelo tenía que viajar a no sé dónde, entonces se grababan cuatro programas. Yo hacía Este es el show,  hacía La previa del show… Y bueno la cosa es que entro a las 11 de la mañana y salí a la una de la mañana. Cuando  llegué a mi casa, me acuerdo que en ese momento la última pelea fue con Cinthia Fernández. Me sentí re mal, después le pedí disculpas a ella y le pedí disculpas al aire algo que no había hecho nunca. Creo que para mí fue un cambio, decir, ‘¿pero qué estás haciendo? O sea el límite cuando hace sentir mal a otra persona. Y dije yo esto no lo quiero más para mi vida, o sea, tomé la decisión que iba a renunciar. Me costó un montón renunciar porque aparte estaba renunciando un trabajo en el que todos querían estar. Pero a  mí ya no me hacía más feliz”. 

“Yo tengo adicción mucho al trabajo, o sea, tapo mucho con el trabajo. Cuando no me doy cuenta, estoy con 50 proyectos. No sé en el verano te produje cinco obras y no soy feliz,  estoy tapando con el trabajo. Por eso tengo que tener mucho equilibrio y darme cuenta que yo ahora estoy haciendo un proceso, medito todos los días, le pido al de arriba, yo tengo que estar mucho en contacto con quien soy. Porque me voy, me voy de eje enseguida. El ego en mi caso me habla muy fuerte, ‘te falta llegar a esto’ y me di cuenta que no voy a tener nunca lo que el ego me está diciendo. Me estoy dando cuenta de tengo que desconfiar de lo que me tira la cabeza, porque la cabeza te va a tirar siempre que te falta algo, que necesitás algo, que entonces tenés y yo hoy me di cuenta que la vida que tengo hoy es la que desee y la que soñé.