Damián Betular atraviesa uno de sus mejores momentos. Si bien siempre fue un destacado en lo suyo, su llegada a la pantalla chica, cuando fue jurado de Bake off, le abrió otra puerta. Se terminó de afianzar cuando pasó a MasterChef y pudo sacar a relucir toda su impronta. Ese carisma y salidas desopilantes terminaron por comprar a un público fiel que lo sigue a todos lados.
Continuando con esta consolidación de su carrera, días atrás abrió su primera pastelería en Argentina, en el barrio de Devoto. El negocio marcha sobre rieles y hasta se dio el lujo de contratar a una pastelera que fue participante de Bake off. Él le prometió tenerla en cuenta en un futuro y cumplió.
Todo parece alineado. Algún exigente podría poner sobre la mesa situaciones sentimentales. Sin ir más lejos, en una charla con Implacables, le preguntaron por eso, por cuestiones del corazón, y fue sincero. Remarcó que las obligaciones le están demandando mucho tiempo y eso le quita espacio para otras cuestiones, entre ellas, las sentimentales.
“Ahora estar con una persona sería un poco egoísta de mi parte…porque estoy trabajando, literal, entro a las seis de la mañana y me voy a las diez de la noche. Entonces quiero terminar de asentar esto y después le voy a dedicar un rato al corazón”, remarcó Damián, con la sinceridad que lo caracteriza.