Antonio Gasalla es una de las grandes figuras que tiene el espectáculo argentino. En su momento, por ese espíritu y esa pasión por el trabajo, vivía sobre los escenarios. La pantalla y las tablas de los teatros siempre fueron su lugar en el mundo, pero los últimos años fueron distintos por una salud endeble, que lo tiene a mal traer.
Hoy, con 81 años, alejado de todo, no pasa su mejor momento. Incluso, él mismo habló de su despedida. “Estoy bien. Tengo ciertas edades, ya a esta altura del partido, y estoy acá tratando de seguir adelante”, comenzó en Socios del espectáculo ante una simple consulta de “¿Cómo estás?”. “Me gustaría seguir viviendo, y mi vida no va a ser muy larga”, agregó Antonio con ganas de hablar desde la puerta de su casa. Esto también llamó la atención, porque no le gusta ser abordado de esa manera.
A estas palabras hay que agregarle que está distanciado de sus grandes amigos y ya no tiene quien lo cuide. Está solo en su casona, y eso genera cierto temor. Según contó La Pavada, de Crónica, está alejado de Susana Giménez y de Carlos Perciavalle, sobre todo desde que la diva se mudó a Uruguay, en el caso de ella.
Agregan que ni su hermano ni sus sobrinos se acercan a visitarlo y que Gasalla, sin nadie que se lo recuerde, hasta suele olvidarse de pagar las cuentas. Uno de los pocos que está es el abogado Miguel Ángel Pierri, como apoderado a la hora de ciertas firmas.
Pero el gran tema, más allá de que se mueve solo y sin grandes dificultades -el fin de semana fue a ver teatro en la calle Corrientes- preocupa que no tenga a alguien cerca que le recuerde las cosas, los horarios de los medicamentos, y demás. Vale recordar que quien estaba a su lado se fue y le inició un juicio por despido.