El gran público lo tiene identificado como el hombre serio por su rol como periodista de policiales tanto en A la Barbarossa, por Telefe, como en la radio y en C5N, donde tiene su ciclo El expediente. Pero cuando se saca el traje de investigador de los casos más escabrosos de la crónica policial, Paulo Kablan se distiende y se refugia en su familia, que es el centro de su vida.
Junto con su esposa, Edith Garibotti, tienen cuatro hijos varones -Pedro, Diego, Facundo y Joaquín-, y a su vez desde hace casi dos años son flamantes abuelos de Paulina, hija de Diego con su mujer, Milagros. Desde que la nena llegó a su vida, Kablan se derritió y se reconoce como un abuelo súper baboso y dominado por la pequeña.
"Paulina cumple dos años en noviembre y está en la etapa en la que quiere hablar. Se la pasa hablando todo el tiempo, algunas palabras se le entienden y por momentos no sabemos qué nos está diciendo porque habla en idioma bebé. Está en la etapa de conquistar y nos conquista siempre", confió a Pronto el periodista.
Y explicó cómo es su vínculo con su nieta. "Con Edith estamos enloquecidos con Paulina. Algunos días vive con nosotros, incluso cuando Diego está trabajando como fotógrafo del Congreso se queda en casa, y también la disfrutamos en Entre Ríos cuando vamos los fines de semana. Estamos todo el día jugando con ella. Llegó para alegrarnos, estamos enloquecidos", expresó.
Entusiasmado al hablar sobre su única nieta, quien a su vez es la única nena de la familia, Kablan continuó: "Ser abuelo es distinto porque es como ser papá pero solo en las cosas buenas. Es mucho más lindo que ser padre. Me lo decían algunos que ya eran abuelos pero hasta que no lo experimentás, no lo comprobás. Es un antes y un después ser abuelo".
La nena es muy pizpireta y debutó como modelo infantil de la marca @tiendamegui, de La Plata. "Yo la acompañé a sacarse las fotos y no sabés lo que nos divertimos", comentó el ex participante de Masterchef Celebrity. Y habló de su hijo Diego, el papá de Paulina. "Diego me sorprendió mucho lo hombre que es, lo buen padre que es. Siempre lo vi como un nene, como mi hijo y mi función es acompañarlo pero en este tiempo, al verlo en rol de padre, me doy cuenta de que es un hombre con todas las letras: serio, que proyecta crecer con su familia, hace proyectos de laburo muy interesantes y es un hombre hecho y derecho. Eso me da mucho orgullo", aseguró.
En dos meses, la niña cumplirá dos años y ya están empezando a prepararle la fiestita de cumpleaños. Confidente con la niña, Kablan contó cómo la consiente. "Paulina siempre quiere almorzar conmigo, aunque no la dejan. Entonces, cuando regreso del canal, ella viene corriendo, se sienta conmigo y come lo mismo que yo. Porque sabe, además, que soy el único que le da cosas que no le dejan comer: chocolates y caramelos que tengo escondidos para ella", se rió el periodista.